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Enfermedad renal crónica: Cómo cuidar de su hijo

La enfermedad renal crónica ocurre cuando los riñones se van dañando a lo largo del tiempo y dejan de funcionar tal y como deberían para filtrar la sangre.

Si su hijo padece una enfermedad renal crónica, es probable que usted tenga muchas preguntas sobre qué esperar y cómo ayudarlo.

¿Qué puede ayudar a los niños con enfermedad renal crónica?

Cambios alimentarios

Cambiar lo que comen y beben los niños es una parte importante del tratamiento de la enfermedad renal crónica.

La sal y el potasio no se pueden eliminar fácilmente a través de los riñones, por lo que puede ser necesario limitarlos. La sal se encuentra en muchos alimentos, así que revise todas las etiquetas alimentarias de los productos que ingiera su hijo. Tenga cuidado también con los sustitutos de la sal. Hay muchos que contienen potasio, lo que puede causar problemas a los niños con insuficiencia renal. 

Los productos lácteos se deben limitar porque contienen mucho fósforo. Un exceso de fósforo puede llevar a que se formen depósitos de calcio en los ojos, el corazón, la piel y las articulaciones, y puede hacer que se pierda parte de calcio procedente de los huesos, lo que puede aumentar el riesgo de que su hijo tenga fracturas óseas. Reducir el consumo de lácteos puede dificultar que los niños obtengan suficiente cantidad de calcio para favorecer la salud ósea y otras funciones corporales, sobre todo las que afectan al crecimiento.

Es necesario tener cuidado con las proteínas, porque reducir el consumo de alimentos ricos en proteínas (como la carne, el pescado o los huevos) puede facilitar el trabajo de filtración de los riñones y, a veces, retrasar la necesidad de recibir diálisis. Pero las proteínas son necesarias para el crecimiento, de modo que los niños con una enfermedad renal no tienen que evitarlas por completo (como sí que se recomienda a los pacientes adultos).

En los primeros estadios de la enfermedad renal se recomienda beber líquido para ayudar a los riñones a seguir funcionando y a evitar la deshidratación. Pero, cuando la enfermedad renal ya está más avanzada, los niños pueden tener que limitar los líquidos si sus organismos tienen problemas para eliminar las cantidades sobrantes. 

Asegurarse de que los niños ingieren suficiente cantidad de calorías y de nutrientes puede ser todo un reto. Añadir hidratos de carbono y grasas adicionales puede ayudar a aumentar la ingesta de calorías. Hable con el nefrólogo de su hijo o con un dietista. Pueden planificar una dieta que satisfaga las necesidades de calorías y nutrientes de su hijo, al tiempo que proteja sus riñones y evite otros problemas. 

Ejercicio físico

El ejercicio físico ayudará a la salud y al bienestar general de su hijo. Caminar y el entrenamiento de fuerza fortalecen tanto los huesos como los músculos. La actividad física ayuda a los niños a bajar la tensión arterial, a mantener un peso saludable y a dormir mejor. Reduzca al mínimo el tiempo que su hijo pase delante de pantallas y fomente la actividad física. 

¿Cómo puedo apoyar a mi hijo?

Aparte del estrés de padecer una enfermedad crónica, su hijo está experimentando los cambios propios del crecimiento, al igual que los demás niños. Trátelo como a un niño, lo que incluye establecer unas normas de comportamiento. A veces, esas reglas se podrán relajar cuando su hijo esté afrontando desafíos relacionados con su salud, pero retómelas cuando se encuentre mejor. 

Anime a su hijo a expresar sus sentimientos. Trate de ponerse en contacto con adolescentes y adultos jóvenes que hayan padecido una enfermedad renal crónica y que puedan hablar con usted y con su hijo. Busque grupos de apoyo a través del nefrólogo de su hijo o de la National Kidney Foundation (Fundación Nacional del Riñón). Es importante que los niños vean que los síntomas de su enfermedad se pueden gestionar y controlar y que pueden llevar vidas plenas. 

Cuando la salud de su hijo sea estable, anímelo a participar al máximo en la escuela y en las actividades, lo que lo ayudará a desarrollar una buena autoestima.

Durante sus tratamientos de diálisis, su hijo podrá hacer los deberes, leer, trabajar en proyectos artísticos, jugar o encontrar otras maneras positivas de pasar ese tiempo. 

A medida que su hijo crezca, ayúdelo a responsabilizarse más de la gestión de su atención sanitaria. Los niños en edad escolar deben conocer los nombres de sus medicamentos y saber cómo y cuándo tomarlos. A medida que se vayan acercando a la edad adulta, los adolescentes pueden ayudar a programar sus visitas médicas. Los adolescentes también deben disponer de tiempo para hablar a solas con sus médicos y otros miembros de su equipo sanitario.

¿Qué más debería saber? 

Hay mucho que gestionar cuando un hijo padece una enfermedad renal crónica. Acuda al equipo o de profesionales de la salud que lleva a su hijo en busca de ayuda y apoyo. 

También puede ser útil encontrar un grupo de apoyo para enfermos renales. El equipo sanitario que lleva a su hijo podría recomendarle uno en su zona. También puede encontrar más información en línea en: