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Problemas renales en la infancia

¿Qué hacen los riñones? 

Los riñones desempeñan muchas funciones importantes. Fabrican unas hormonas muy importantes y, como el sistema de filtrado del organismo, ayudan a controlar los niveles de agua y a eliminar los desechos a través de la orina (pis). También ayudan a controlar la tensión arterial; la producción de glóbulos rojos; y la concentración de ácidos, sales y minerales (como el calcio) en el cuerpo. 

¿Qué es una enfermedad renal?

Hablamos de una enfermedad renal cuando los riñones no funcionan como deberían funcionar. Eso te puede ocurrir por muchos motivos, como los siguientes:

  • La sangre no llega a los riñones tan bien como debería. 
  • Se daña el tejido renal. 
  • El flujo de orina procedente de los riñones queda obstruido, lo que provoca daño renal. 

¿Qué problemas renales pueden afectar a los niños?

A veces los riñones no se desarrollan correctamente antes de que nazca un bebé, por lo que no funcionan como deberían. Muchos de estos problemas se pueden detectar antes de que nazca el bebé a través de pruebas prenatales ordinarias y tratarse con medicamentos u operando al bebé de pequeño. 

Un bebé también puede nacer sin uno o ambos riñones, o con los riñones muy pequeños o formados de una manera diferente (por ejemplo, con quistes u obstrucciones). 

Algunas afecciones renales se pueden desarrollar más tarde en los niños, como las siguientes:

¿Cuáles son los signos y los síntomas de los problemas renales?

Los niños con problemas en el riñón o en el sistema urinario pueden:

  • tener fiebre
  • tener hinchazón alrededor de los ojos, la cara, los pies y los tobillos (edema)
  • tener una sensación de ardor o dolor al orinar, o necesidad de orinar a menudo
  • tener problemas para controlar el pis, si ya sabían usar el baño
  • mojar la cama por la noche (después de haber controlado el pis por las noches durante varios meses)
  • tener la orina de color rosa o marrón, un signo de la presencia de sangre en la orina (hematuria)
  • tener la orina espumosa o con burbujas, un signo de un exceso de proteínas en la orina (proteinuria)
  • padecer hipertensión arterial (tensión arterial alta)   
  • tener poco apetito, perder peso o crecer menos de lo esperable 
  • estar muy cansados

¿Cómo se diagnostican las enfermedades renales?

Si se sospecha una enfermedad renal, el médico explorará al paciente y solicitará un análisis de orina, un análisis de sangre, técnicas de diagnóstico por la imagen y/o una biopsia para ayudar a hacer el diagnóstico. Estos últimos tipos de técnicas suelen ser sugeridos por los nefrólogos (médicos que tratan los problemas renales).

En un análisis de orina con microscopio se pueden detectar rápidamente problemas (como un exceso de glóbulos rojos) que podrían ser un signo de la inflamación o la irritación de las vías urinarias. También puede mostrar si hay demasiados glóbulos blancos, un signo de infección de vejiga y/o de riñón. 

Los análisis de sangre se hacen para comprobar si los riñones están filtrando bien los productos de desecho y equilibrando las concentraciones de sales, minerales y ácidos en la sangre. 

El médico puede pedir una biopsia renal. Analizar una muestra de tejido renal puede ayudar a diagnosticar un problema renal en la mayoría de los casos. 

Aparte de las radiografías ordinarias, los médicos también pueden pedir otras técnicas de diagnóstico por la imagen, como:

  • una ecografía
  • una tomografía axial computada (TAC)
  • un escáner nuclear: se inyecta en una vena una pequeña cantidad de material radiactivo especial (menos cantidad de radiación que en una radiografía ordinaria). El escáner muestra cómo son los riñones uno con respecto al otro en lo que respecta al tamaño, la forma y la función. Esta prueba también permite detectar cicatrices u otros signos de infección renal recurrente o crónica. 
  • cistouretrografía miccional (VCUG, por sus siglas en inglés)

¿Qué es una enfermedad renal crónica?

Una enfermedad renal crónica ocurre cuando los riñones se van dañando a lo largo del tiempo y dejan de funcionar tal y como deberían y de filtrar bien la sangre. 

A veces, una persona con una enfermedad renal crónica puede acabar desarrollando una insuficiencia renal (o una insuficiencia renal terminal), que consiste en que los riñones dejan de poder desempeñar su función. Entonces, es probable que el paciente necesite someterse a un trasplante de riñón o a diálisis

¿Cómo pueden ayudar los padres?

Si su hijo padece una afección renal, acuda al equipo médico que lo atiende para recibir apoyo antes, durante y después del tratamiento. 

También puede ayudar contactar con un grupo de apoyo. El equipo médico que lleva a su hijo les puede recomendar uno por su zona. También pueden encontrar más información en línea en: