Parálisis cerebral
Más información sobre la parálisis cerebral
¿Qué es la parálisis cerebral?
La parálisis cerebral es un problema que afecta al tono muscular, el movimiento y la coordinación. Ocurre cuando el cerebro no logra enviar mensajes a los músculos de manera adecuada para que se muevan de forma continua y coordinada. La parálisis cerebral también puede afectar a otras funciones corporales que involucran el uso de habilidades motoras y musculares, como respirar, el control de esfínteres (heces y orina), la alimentación y el habla.
Existen diferentes tipos de parálisis cerebral. Es posible tener un solo tipo o una combinación de ellos:
- Parálisis cerebral espástica, que causa rigidez y problemas para moverse
- Parálisis cerebral atetoide (o disquinética), que causa movimientos descontrolados
- Parálisis cerebral atáxica, que causa un problema con el equilibrio y la percepción de la profundidad (lo que permite calcular la distancia entre dos objetos)
- Parálisis cerebral hipotónica, que provoca un tono muscular bajo (hipotonía), lo que hace que los músculos queden "flácidos".
La parálisis cerebral no se puede curar, pero la calidad de vida de los niños afectados puede mejorar con lo siguiente:
- tratamiento, que puede incluir medicamentos o una cirugía
- terapia, incluidas la fisioterapia, la terapia ocupacional y la logopedia (terapia del habla)
- equipos especiales que ayudan a los niños a desplazarse y a comunicarse con los demás
La parálisis cerebral no empeora con el paso del tiempo.
¿Cuáles son las causas de la parálisis cerebral?
No siempre es posible conocer la causa de la parálisis cerebral. Pero suele ocurrir cuando el cerebro del niño todavía está en pleno proceso de formación y desarrollo (por ejemplo antes de nacer o durante la lactancia inicial). Estos problemas se pueden deber a lo siguiente:
- infecciones u otros problemas médicos durante el embarazo de la madre
- un accidente cerebro-vascular, ya sea dentro del vientre materno o después del nacimiento
- una ictericia no tratada (tonalidad amarillenta en la piel y el blanco de los ojos)
- trastornos genéticos
- una intoxicación por plomo
- una meningitis bacteriana
- falta de irrigación sanguínea al cerebro
- ser sacudido durante la lactancia (síndrome del bebé sacudido)
- una lesión causada por un accidente (como un accidente de automóvil)
En casos excepcionales, la parálisis cerebral aparece después de un problema durante el parto.
Los bebés prematuros (nacidos antes de tiempo) tienen un riesgo más elevado de tener parálisis cerebral que los bebés nacidos a término. También corren este riesgo los bebés que tienen bajo peso al nacer y los niños que nacen en partos múltiples, como los mellizos y los trillizos.
¿Cómo se diagnostica la parálisis cerebral?
A los bebés prematuros, o los que presentan problemas de salud que los hacen más propensos a tener una parálisis cerebral, se los observa en busca de signos de esta afección. Los médicos se fijan en lo siguiente:
- retrasos evolutivos, como no intentar tomar juguetes a los 4 meses de edad o no lograr sentarse a los 7 meses
- problemas en las habilidades motoras, como no saber gatear o andar, o no mover los brazos y las piernas de la forma habitual
- movimientos descoordinados
- tono muscular demasiado alto o demasiado bajo
- reflejos del bebé (como el de prensión, cuando las manos se convierten en puños en cuanto se le toca la palma de la mano) que permanecen más allá de la fecha en que suelen desaparecer
¿Qué problemas puede causar la parálisis cerebral?
La parálisis cerebral puede ir acompañada de un variedad de problemas físicos. Algunos niños tienen muchos problemas relacionados con el movimiento, mientras que otros no los tienen. Todo depende del nivel de daño del cerebro. Por ejemplo, una lesión cerebral puede ser parcial y afectar solo a la parte del cerebro que controla el andar. O puede ser mucho más extensa y afectar a partes del cerebro que controlan el andar, el habla y la comprensión.
El daño cerebral que causa una parálisis cerebral también puede afectar a otras funciones cerebrales y provocar problemas como los siguientes:
- deficiencias visuales o ceguera
- pérdida auditiva
- aspiración de alimentos (inhalación de alimentos o líquidos hacia el interior de los pulmones)
- reflujo gastroesofágico (regurgitar)
- problemas en el habla y/o babeo
- los trastornos del sueño
- osteoporosis (huesos frágiles y quebradizos)
- los problemas de comportamiento.
- crisis convulsivas
¿Cómo se trata la parálisis cerebral?
La parálisis cerebral no tiene cura. Pero existen recursos y tratamientos que permiten ayudar a los niños que la padecen a crecer y a desarrollar su mayor potencial.
En cuanto se diagnostica una parálisis cerebral, el niño puede iniciar el tratamiento de sus problemas relacionados con el movimiento y otras áreas en las que necesite ayuda, como el aprendizaje, el habla, la audición y el desarrollo social y emocional. Muchos de ellos necesitan dispositivos asistenciales, como aparatos ortopédicos o sillas de ruedas.
La medicación ayuda a los niños que tienen mucho dolor y rigidez muscular. Los medicamentos se pueden tomar por boca, a través de una sonda de gastrostomía o por medio de una bomba (bomba de baclofeno) que se coloca debajo de la piel.
Una cirugía puede ayudar a corregir las dislocaciones de la cadera y la escoliosis (curvatura anómala de la columna vertebral), que son problemas frecuentes en los niños con parálisis cerebral. Las férulas y otros correctores ortopédicos ayudan a caminar.
Los niños pueden mejorar la salud de sus huesos con una dieta rica en calcio, vitamina D y fósforo. Estos nutrientes ayudan a mantener los huesos fuertes. Los médicos, los dietistas o nutricionistas y los logopedas pueden trabajar con las familias para asegurarse de que los niños reciban una cantidad suficiente de nutrientes adecuados y además pueden sugerir cambios en la dieta o las rutinas relacionadas con las comidas, en caso necesario.
¿Qué más debería saber?
Los niños con parálisis cerebral suelen tener que visitar a muchos tipos diferentes de especialistas médicos. El equipo de atención puede incluir médicos y cirujanos, otros profesionales, como asistentes físicos, enfermeros, terapeutas, psicólogos, educadores y trabajadores sociales.
Aunque sea necesario contar con la atención de muchos especialistas médicos, sigue siendo importante contar con un médico de atención primaria o un equipo de atención centrado en el paciente. Este profesional será quien se encargue de la atención médica de rutina de su hijo y ayudará a coordinar la atención con los demás médicos.
¿Dónde pueden encontrar ayuda los cuidadores de niños con parálisis cerebral?
A veces, cuidar de un hijo con parálisis cerebral puede ser difícil de sobrellevar. Los niños con parálisis cerebral necesitan mucha atención cuando están en casa, y también necesitan ir a muchas citas médicas y de terapias. No tema dar un sí cuando alguien le pregunte: "¿Te puedo ayudar?". Sus parientes y amigos quieren estar a su lado y echarle una mano.
Para sentirse menos solo y conectar con otras personas que se están enfrentando a retos similares al suyo, busque un grupo de apoyo en su localidad o por internet. También puede obtener información y recibir apoyo de organizaciones sobre parálisis cerebral, como las siguientes:
- Cerebral Palsy Foundation (Fundación de Parálisis Cerebral)
- United Cerebral Palsy
- Cerebral Palsy Research Network
Mantenerse fuerte no solo es bueno para usted, sino también para su hijo y para toda su familia.
De cara al futuro
La vida con parálisis cerebral es diferente para cada niño. Para ayudar a su hijo a lograr su potencial, trabaje codo con codo con el equipo médico para desarrollar un plan de tratamiento. Luego, a medida que su hijo vaya creciendo y sus necesidades vayan cambiando, vaya adaptando el plan según las necesidades.
Las siguientes guías lo pueden ayudar mientras usted planifica las cosas para cada etapa de la vida de su hijo, desde la infancia hasta el inicio de la vida adulta: