Semana 3
El desarrollo de su bebé
Aunque todavía no sienta que está embarazada, el bebé ya está creciendo y desarrollándose en su vientre. Si bien el bebé acaba de ser concebido, ya está trabajando sin cesar. El óvulo fecundado pasa por un proceso de división celular. Después de 30 horas desde la fecundación, se divide en dos células, luego en cuatro células y más tarde en ocho, y continúa dividiéndose a medida que se desplaza por la trompa de Falopio para dirigirse al útero. Cuando llega al útero, este grupo de células tiene el aspecto de una pequeña pelota y se denomina “mórula”.
La mórula se ahueca, se llena de líquido y pasa a llamarse “blastocito”. Al final de esta semana, el blastocito se adhiere al endometrio, que es la pared del útero. Este proceso se denomina “implantación”. La implantación en el útero es una conexión esencial, ya que el endometrio proporcionará nutrientes al embrión en desarrollo y será el encargado de eliminar desechos. Con el tiempo, esta zona de implantación se convertirá en la placenta.
Su cuerpo
La ingesta adecuada de ciertos nutrientes, como ácido fólico, proteínas, calcio y hierro, es esencial para la nutrición de su bebé. El suplemento de ácido fólico –que idealmente usted ha comenzado a tomar antes de la concepción– es de vital importancia, ya que éste ayuda a prevenir defectos del tubo neural (la estructura que da origen al cerebro y la médula espinal), el cual se forma al comienzo del embarazo.
Aumente el consumo de proteínas durante el embarazo, ya que éstas ayudan a generar tejido nuevo. Además, el calcio es necesario para la formación de los huesos y dientes. Por lo tanto, asegúrese de ingerir una buena dosis de productos lácteos, verduras de hojas verdes y legumbres. El hierro es esencial durante el embarazo para mantener el aumento continuo de flujo sanguíneo del bebé. Alimentos como la carne, las legumbres, los huevos y las verduras de hojas verdes son una buena fuente de hierro.