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Aparato reproductor femenino

El aparato reproductor femenino está formado por partes que están dentro y fuera del cuerpo de una mujer y que la ayudan a tener un bebé. Tanto el aparato reproductor femenino como el aparato reproductor masculino son necesarios para que nazca un bebé. 

El aparato reproductor femenino también permite que el cuerpo de una niña menstrúe (tenga la regla o período menstrual), lo que le permite convertirse en una mujer sexualmente madura gracias a la fabricación de hormonas sexuales.

¿De qué partes consta el aparato reproductor femenino?

El aparato reproductor femenino tiene tanto partes dentro como fuera del bajo vientre y de la pelvis. 

Partes internas del aparato reproductor femenino

La vagina. Este tubo hueco une el útero (o matriz) con el exterior del cuerpo. La vagina es la vía por la que la sangre menstrual sale del cuerpo durante la regla. También es por donde se introduce el pene durante el sexo vaginal. 

Las paredes de la vagina disponen de músculos, que permiten estrecharla o ensancharla para que quepa un tampón o un bebé cuando sale del cuerpo durante el parto. Las paredes están recubiertas de membranas mucosas para mantenerlas bien protegidas y húmedas.

El himen. Se trata de un fragmento de tejido muy fino similar al de la piel que cubre parcialmente la abertura vaginal. La mayoría de las veces el himen se estira o se desgarra después de mantener relaciones sexuales vaginales por primera vez. Puede haber un poco de sangre y un poco de dolor. Algunas veces el himen no cambia mucho después de mantener relaciones sexuales, y otras se rompe incluso antes de mantenerlas. 

El cuello del útero o cérvix. Es donde se unen la vagina y el útero. La abertura del cuello uterino es muy pequeña (no más ancha que una pajita). Durante el parto, se ensancha para dejar pasar al bebé. 

El útero. Se trata del órgano dentro del cual crece el bebé durante el embarazo. El útero tiene forma de pera invertida y consta de paredes musculares. Las paredes se pueden dilatar para adaptarse al crecimiento del feto y luego contraerse para ayudar a expulsar al bebé durante el parto

Las trompas de Falopio. Estas dos trompas salen de los dos extremos superiores del útero y concluyen en los ovarios.

Los ovarios. Estos dos órganos de forma ovalada se encuentran en la parte superior derecha e izquierda del útero. Los ovarios fabrican, almacenan y liberan óvulos hacia el interior de las trompas de Falopio durante la ovulación. Cuando un óvulo sale de un ovario y entra en una trompa de Falopio, desde donde se desplaza hasta el útero. 

Los ovarios también forman parte del sistema endocrino, porque fabrican las hormonas sexuales femeninas, como el estrógeno y la progesterona.

El aparato reproductor femenino incluye las trompas de Falopio, el útero, el cuello del útero, el himen, los ovarios y la vagina.

Partes externas del aparato reproductor femenino

  • La abertura vaginal. Se trata de la abertura de la vagina.
  • La abertura uretral. Se trata de la abertura de la uretra, el conducto que transporta pis desde la vejiga hasta el exterior del cuerpo.
  • La vulva. Es la zona ubicada entre las piernas de una mujer que cubre la abertura vaginal y otros órganos reproductores del interior del cuerpo. 
  • El pubis o monte de Venus. Es una zona carnosa, que se cubre vello púbico a partir de la pubertad. Tiene forma de triángulo invertido y cubre los huesos púbicos, que forman parte de la pelvis. 
  • Los labios. Estos dos pares de colgajos de piel (los labios menores y mayores) rodean las aberturas de la vagina y la uretra. A partir de la pubertad, los labios mayores también están cubiertos de vello púbico.
  • El clítoris. Se trata de un pequeño órgano sensorial provisto de muchas terminaciones nerviosas. Se encuentra cerca de la parte delantera de la vulva, donde se unen los pliegues de los labios. 

Partes externas del aparato reproductor femenino.

¿Cómo funciona el aparato reproductor femenino?

Las mujeres nacen con ovarios que contienen cientos de miles de óvulos. Cuando empieza la pubertad, una glándula del cerebro llamada hipófisis empieza a fabricar hormonas precursoras de las hormonas sexuales. Estas hormonas indican a los ovarios que fabriquen hormonas sexuales femeninas, como el estrógeno, que ayudan a las niñas a convertirse en mujeres sexualmente maduras. 

Hacia el final de la pubertad, el cuerpo empieza a liberar óvulos cada mes durante la ovulación. Aproximadamente una vez al mes, durante la ovulación, un ovario libera un óvulo dentro de una de las trompas de Falopio.

¿Qué es la regla?

Si un espermatozoide no fecunda el óvulo mientras se encuentra en una trompa de Falopio, el óvulo abandona el cuerpo unas 2 semanas después a través del útero, durante la regla (o período menstrual). La sangre y los tejidos del recubrimiento interno del útero se combinan para conformar el flujo menstrual (la regla o menstruación) que suele durar de 3 a 5 días. La primera menstruación se llama menarquia.

Se suelen tener algunos cambios físicos y del estado de ánimo antes o durante la menstruación. Esto se llama síndrome premenstrual (SPM). Puede incluir signos y síntomas, como dolores de cabeza, cambios de humor, hinchazón, sensibilidad o molestias en los pechos, granos, molestias abdominales y antojos alimentarios. El síndrome premenstrual suele remitir entre 2 y 3 días después del inicio de la regla. 

Los dolores menstruales, que afectan al abdomen (o vientre), sea de forma sorda o aguda, son frecuentes durante los primeros días de la regla. Se deben a las prostaglandinas, unas sustancias químicas fabricadas por el organismo que hacen que se contraigan los músculos del útero. 

Las niñas pueden tardar hasta dos años en tener menstruaciones regulares desde su primera regla. Durante ese tiempo, su cuerpo se estará adaptando a las hormonas sexuales que trae consigo la pubertad. El ciclo menstrual de una mujer adulta es de unos 28 días, pero puede variar de 23 a 35 días. 

¿Qué ocurre en un embarazo?

Si una mujer y un hombre mantienen relaciones sexuales pocos días después de la ovulación y un espermatozoide fecunda un óvulo, se produce un embarazo. Estas son las etapas por las que pasa un óvulo hasta convertirse en un bebé.

Fecundación. Cuando un hombre eyacula (el semen sale de su pene) después de que su pene haya entrado en la vagina de una mujer, su semen pasa al interior de la vagina. En esa pequeña cantidad de semen hay millones de espermatozoides. Nadarán desde la vagina atravesando el cuello uterino y el útero hasta encontrarse con el óvulo en una trompa de Falopio. Si el espermatozoide fecunda el óvulo, entonces se llama cigoto.

Etapa de blastocisto. Unos 5 o 6 días después, las células del cigoto crecen en número y forman una bola hueca con fluido en su interior. Recibe el nombre de blastocisto y tiene el tamaño aproximado de la cabeza de un alfiler.

El blastocisto anida (se entierra a sí mismo) en el endometrio, que es el recubrimiento interno del útero. Para preparar el recubrimiento interno del útero, las hormonas estrógeno y progesterona lo engrosan y lo llenan de sangre. Esto ayuda a que el blastocisto se adhiera al útero (anide bien) y obtenga sus nutrientes a partir de él. Este proceso recibe el nombre de implantación.

Etapa embrionaria.  Ahora las células internas del blastocisto forman un círculo aplanado llamado disco embrionario. Esto se acabará convirtiendo en un bebé. Las células externas se transforman en finas membranas que se forman al alrededor del blastocito. Las células internas y externas se multiplican miles de veces y se van desplazando hasta convertirse en un embrión.

Al cabo de unas 8 semanas, el embrión tiene el tamaño aproximado de una frambuesa. Ya se habrán formado casi todas sus partes, como el cerebro, los nervios, el corazón, la sangre, el estómago, los intestinos, los músculos y la piel.

Etapa fetal. Esta etapa dura desde 9 semanas después de la fecundación hasta el nacimiento. Las células crecen en cantidad, se desplazan y cambian. El embrión pasa a llamarse feto. Flota en el líquido amniótico que hay dentro del saco amniótico. El líquido amniótico y el saco o bolsa amniótica protegen al feto de los golpes y sacudidas que podría sufrir el cuerpo de la madre.

El feto obtiene oxígeno y nutrientes de la sangre de la madre a través de la placenta. Esta estructura tiene una forma de disco y se adhiere al revestimiento interno del útero. La placenta y el feto están unidos entre sí por el cordón umbilical.

Inicio del parto. El embarazo dura unos 280 días (aproximadamente 9 meses). Cuando el bebé está listo para nacer, su cabeza presiona el cuello del útero, y este último se empieza a relajar y a dilatar (dar de sí). Esto ayuda al bebé a entrar y a travesar la vagina. El tapón de mucosidades que se ha formado en el cuello uterino se afloja. Y la bolsa amniótica se rompe, de modo que tanto el líquido amniótico como el tapón mucoso salen al exterior por la vagina. Esto se conoce como "romper aguas".

El parto. La hormona oxitocina hace que las paredes del útero se contraigan (se tensen y se relajen). Esas contracciones hacen que el cuello del útero se empiece a dilatar y a abrir. Al cabo de muchas horas, el cuello del útero se abre lo suficiente como para que pueda salir el bebé. El bebé es empujado hacia el exterior del útero, a través del cuello uterino y a lo largo del canal de parto (vagina). Por lo general, primero sale la cabeza del bebé. 

El cordón umbilical también sale junto con el bebé. Los médicos sujetan el cordón y lo cortan cerca del ombligo justo después de que salga el bebé del cuerpo de la madre (alumbramiento). 

La placenta. La placenta se desprende del revestimiento interno del útero. Las contracciones la expulsan a través de la vagina junto con sus membranas y fluidos. La expulsión de la placenta (también llamada "secundinas") es la última etapa del proceso del parto.