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Esclerosis múltiple

¿Qué es la esclerosis múltiple?

La esclerosis múltiple es una enfermedad que afecta al sistema nervioso central. En la esclerosis múltiple, hay interferencias en las vías nerviosas que impiden que los mensajes lleguen al cerebro como deberían hacerlo.

Los síntomas de la esclerosis múltiple varían en función de cuáles sean los nervios que estén afectados. Esta enfermedad tiende a empeorar lentamente a lo largo del tiempo. Pero la mayoría de las personas con esclerosis múltiple presentan síntomas leves, que se pueden aliviar con medicamentos y otros tratamientos.

¿Qué ocurre en la esclerosis múltiple?

Los nervios están rodeados y protegidos por una capa de tejido llamada "mielina". En la esclerosis múltiple, el sistema inmunitario, que normalmente se encarga de combatir los gérmenes, ataca a la mielina del cerebro, la médula espinal y el nervio óptico. Esto hace que se formen cicatrices, que enlentecen u obstruyen la trasmisión de señales desde el cerebro al resto del cuerpo. Este daño en los nervios y el tejido circundante provoca síntomas, como problemas en la vista o que la persona se sienta inestable al andar.

¿Cuáles son las causas de la esclerosis múltiple?

Los expertos no saben exactamente qué es lo que desencadena la esclerosis múltiple. Se cree que, en parte, las causas son genéticas, pero también intervienen otros elementos, como los niveles bajos de vitamina D, la obesidad infantil, la ubicación geográfica y el cigarrillo.

¿Cuáles son los signos y los síntomas de la esclerosis múltiple?

Los síntomas de la esclerosis múltiple van y vienen en episodios o ataques. Estos síntomas pueden incluir:

  • problemas en la vista
  • cansancio o debilidad
  • dificultad para caminar o problemas de equilibrio o de coordinación
  • arrastrar las palabras
  • cosquilleo o adormecimiento de partes del cuerpo
  • problemas de memoria

Estos problemas pueden durar de unos pocos días a varios meses. En algunas personas, la esclerosis múltiple quizás sea cada vez más debilitante y sin períodos de remisión.

¿Cuáles son los distintos tipos de esclerosis múltiple?

Existen cuatro categorías distintas de esclerosis múltiple:

  • Síndrome clínicamente aislado: se trata del primer ataque de una enfermedad que podría ser esclerosis múltiple, pero quien lo sufre aún no ha recibido este diagnóstico. Es posible que cause problemas en los nervios de los ojos (neuritis óptica), en el tronco cerebral o en la médula espinal (mielitis trasversa).
  • Con recaídas y remisiones (o intermitente): es el tipo más frecuente de esclerosis múltiple, donde los síntomas vienen y van. Las personas con este tipo de enfermedad presentan crisis o exacerbaciones de los síntomas. Después, los síntomas se reducen o se detienen entre las crisis.
  • Primaria progresiva: las personas con este tipo de esclerosis múltiple presentan síntomas constantes, que tienden a empeorar con el paso del tiempo.
  • Secundaria progresiva: las personas que padecen este tipo de esclerosis múltiple empiezan con un período de remisiones y recaídas antes de que los síntomas comiencen a empeorar de forma gradual. Sin tratamiento, la mayoría de las personas con esclerosis múltiple con recaídas y remisiones acaba desarrollando esclerosis múltiple secundaria progresiva en menos de diez años.

¿Cómo se diagnostica la esclerosis múltiple?

La mayoría de las personas con esclerosis múltiple reciben el diagnóstico entre los 20 y los 50 años de edad. La enfermedad afecta a más mujeres que hombres. La esclerosis múltiple es muy poco frecuente en los niños. También suele avanzar más lentamente en los niños que en los adultos.

Cuando una persona empieza a presentar lo que podrían ser los signos iniciales de esclerosis múltiple, como problemas en la vista o de equilibrio, el médico le hará una entrevista detallada sobre sus antecedentes médicos y una exploración física completa. No existe una prueba única para determinar si una persona tiene esclerosis múltiple. Por eso, los médicos solicitan pruebas como las siguientes:

  • análisis de sangre, para descartar otras afecciones que pueden causar síntomas similares
  • una punción lumbar, para extraer una muestra de líquido cefalorraquídeo (el líquido que rodea al cerebro y la médula espinal) a fin de evaluar anticuerpos y proteínas
  • una resonancia magnética (RM), para detectar signos de cicatrices dentro del cerebro y la médula espinal
  • una prueba de potenciales evocados (PE), que evalúa la cantidad de tiempo que tardan los nervios en responder. Un tiempo de respuesta más largo de lo normal tal vez indique que las vías nerviosas están lesionadas.

¿Cómo se trata la esclerosis múltiple?

En la actualidad, no existe ninguna cura conocida para la esclerosis múltiple, aunque hay medicamentos que ayudan a controlar los síntomas, a reducir la cantidad de recaídas y a hacer más lento el avance de la enfermedad.

Por ejemplo, durante las recaídas se administran esteroides, que ayudan a reducir la inflamación y a recuperarse.

Tratamientos modificadores de la enfermedad

Los tratamientos modificadores de la enfermedad (DMT, por sus siglas en inglés) son medicamentos que se usan en aquellas personas que padece tipos de esclerosis múltiple con recaídas. Los investigadores tienen la esperanza de que los nuevos DMT también sirvan algún día para tratar los tipos progresivos de esclerosis múltiple.

Los DMT funcionan mejor cuando se empiezan a aplicar lo antes posible después de recibir el diagnóstico. Esto se debe a que los daños que causa la esclerosis múltiple se acumulan a lo largo del tiempo.

Algunos DMT se administran en forma de inyecciones, de modo que el paciente los puede recibir en su casa. Hay otros que se toman por boca y otros que se administran por vía intravenosa (VI) en un hospital o una clínica. Estos tratamientos sirven para:

  • prevenir las recaídas 
  • impedir que se formen nuevas cicatrices (o lesiones) dentro del cerebro y la médula espinal
  • hacer más lento el avance de las lesiones que generan discapacidades
  • ayudar a prevenir las lesiones permanentes en el sistema nervioso central

Los DMT no ayudan a controlar los síntomas de la esclerosis múltiple como los mareos, los problemas en la vista o la debilidad muscular. Algunos DMT quizás causen efectos secundarios graves y, por este motivo, los equipos médicos se encargan de supervisar atentamente este tipo de tratamientos.

¿Qué más debería saber?

La fisioterapia, la logopedia y la terapia ocupacional pueden ayudar a las personas con esclerosis múltiple a controlar sus síntomas. Seguir una dieta equilibrada y hacer ejercicio con regularidad también contribuyen a tener una buena salud general y un mayor bienestar en las personas con esclerosis múltiple.

Puede encontrar apoyo y más información en internet en: