Leerles a los niños pequeños
¿Cuáles son los beneficios de leer a un niño de 1 a 3 años de edad?
Los niños que oyen mucho lenguaje rinden más en la escuela. Y que a alguien le lean es una de las mejores maneras de oír lenguaje.
Leerles a los niños durante la primera infancia establece las bases para una posterior lectura independiente. Los problemas de lectura pueden ser todo un reto cuando se detectan en la escuela primaria. Pero muchos problemas de lectura se pueden prevenir si la exposición a la lectura comienza en la primera infancia y en los años de preescolar.
Antes de que los niños puedan leer por su cuenta, deben adquirir las habilidades de alfabetización, necesarias para la lectoescritura. Entre ellas, se incluyen las siguientes:
- contar con un amplio vocabulario y saber cómo usarlo
- entender que las palabras están formadas por sonidos (lo que se conoce como conciencia fonémica)
- entender que los símbolos en una página representan letras y palabras
- conocer las letras del alfabeto
Usted no necesita disponer de juegos, tarjetas educativas ni de una instrucción especial para que su hijo adquiera esas habilidades. Leer a los niños con la mayor frecuencia posible es la mejor manera de ayudarlos a que aprendan a leer por su cuenta.
Ayudar a su hijo a pasar a la etapa de la niñez
Leer en voz alta también es una forma importante de ayudar a su hijo a hacer la transición de ser un bebé a ser un niño. Entre las edades de 1 y 3 años, los niños viven desafíos y consiguen logros dignos de celebrar. Por eso, les es de gran ayuda oír historias sobre otros niños relacionadas con cómo superaron sus miedos sobre qué hay debajo de la cama o cómo hicieron frente al desafío de aprender a usar el inodoro.
Los niños hacen grandes avances en el vocabulario durante esta etapa, aprenden sobre las letras, las formas, los colores, el tiempo, los animales y las estaciones. Todos estos conocimientos se pueden reforzar a través de los libros. Elija libros que tengan muchas imágenes que su hijo pueda señalar y nombrar.
Pero, mientras su hijo esté emocionado por aprender sobre el mundo y experimentarlo, también necesitará establecer una fuerte conexión con usted. La lectura regular conjunta puede fortalecer esa conexión, puesto que ayuda a que su hijo se sienta cómodo y seguro.
¿Cuándo y cómo debería leerle a mi hijo durante la primera infancia?
Leer a un niño de 1 a 3 años de edad a menudo (de ser posible, por lo menos una vez al día) es una meta magnífica. Elegir momentos de lectura regulares (sobre todo, antes de las siestas y la hora de acostarse por la noche) ayuda a que los niños aprendan a sentarse con un libro y relajarse. Pero usted le puede leer a su hijo siempre que él lo desee.
Si su hijo le deja hacerlo, siéntelo en su regazo mientras le lea. Eso lo puede ayudar a sentirse seguro, feliz y relajado. También le muestra que usted le está brindando toda su atención mientras le enseña cosas nuevas y lo anima a participar.
A los niños de 1 a 3 años les gusta hacer cosas por sí solos. Favorezca la participación de su hijo dándole a elegir entre tres o cuatro libros y pidiéndole que escoja uno. Elogie a su hijo por su elección. Deje que sea su hijo quien pase las páginas, y pídale que encuentre cosas en cada página. A su hijo le encantará terminar las oraciones en aquellos libros que le resulten familiares, que contengan rimas o frases repetitivas. Cuando encuentre una frase repetitiva o una rima en un libro, detenga la lectura y deje que su hijo la termine.
He aquí algunos consejos más sobre cómo leerle a su bebé:
- Lea cualquier libro que le pida su hijo, incluso aunque se trate del mismo libro que le viene leyendo todas las noches durante muchas, muchas semanas.
- Léaselo lo bastante despacio como para que su hijo pueda comprender el relato.
- Lea de manera expresiva, usando voces diferentes para cada personaje y levantando o bajando la voz según sea conveniente.
- Elija libros de cartón o de tela, que son resistentes y duraderos. Puede dejar que su hijo use esos libros sin tener que preocuparse porque pueda arrancar las páginas.
- Mientras le lea, use muñecos, marionetas o los dedos a modo de accesorios.
- Anime a su hijo aplaudir o cantar mientras le esté leyendo libros de canciones o de ritmos musicales.
- Háblele sobre las ilustraciones. Señale elementos y nómbrelos. Luego, pídale a su hijo que los nombre y elógielo con entusiasmo cuando responda.
- Haga preguntas abiertas, como: "¿Por qué crees que el león se dirige al bosque?" o "¿Qué crees que pasará después?". Este tipo de preguntas anima a su hijo a pensar en la historia y a hacer preguntas.
- Use el nombre de su hijo en vez del nombre de uno de los personajes del libro.
- ¡Diviértanse! Demuéstrele a su hijo que se lee para disfrutar.
No es necesario quedarse quieto
Puede ser frustrante tratar de leerle a un niño que no quiere quedarse quieto. Tenga paciencia y siga intentándolo. Busque un libro o algunas páginas que puedan resultarle interesantes a su hijo. Si eso no funciona, no fuerce la lectura, pero asegúrese de volver a intentarlo más adelante. Recuerde que a los niños pequeños les encanta la repetición: si su hijo parece no estar interesado en los libros, tal vez todavía no haya encontrado su libro favorito para leérselo una y otra vez.
A algunos niños que son muy activos les gusta estar de pie mientras les leen. A otros les gusta mirar una o dos páginas antes de ponerse a hacer otra cosa. No guarde el libro; es posible que su hijo quiera volver a mirarlo más tarde, algo que usted debería fomentar.
No se preocupe si su hijo no es capaz de quedarse quieto hasta acabar el libro: la amplitud de su período de atención se extenderá pronto. Usted puede seguir leyéndole incluso aunque su hijo se siga moviendo. Antes de la hora de acostarse por la noche, deje que su hijo toque y juegue con sus juguetes favoritos mientras usted le lee en voz alta. El sonido de su voz actuará como un relajante recordatorio de que ha llegado la rutina para la hora de acostarse y de que los libros forman parte de ella.
Tal vez compruebe que su hijo puede quedarse quieto mientras colorea o juega con uno de sus juguetes favoritos mientras usted le lee. Es posible que algunos niños no miren hacia el libro que les estén leyendo, pero eso no significa que no les interese lo que les lean ni que no están escuchando.
A usted le interesa que su hijo desarrolle asociaciones positivas con la lectura. Si usted se pone tenso o si su hijo se resiste, considere la posibilidad de dejar el libro a un lado y retomar la lectura más adelante.
Leerle a su hijo solo es una de las maneras de fomentar sus emergentes habilidades de alfabetización. También puede:
- Hablar con su hijo a lo largo del día.
- Cantar canciones con él, jugar a juegos de rimas e inventar sus propias historias estando juntos.
- Recuerde darle papel y colores a su hijo para que pueda practicar la escritura.
Así mismo, considere limitar el tiempo que pasa delante de pantallas, independientemente de que se trate de la televisión o de otro dispositivo electrónico.
¿Qué le debo leer a mi hijo de 1 a 3 años?
Los niños de esta edad quieren sentirse incluidos y competentes. Por eso, elija libros cuya lectura puedan seguir bien, sobre todo, aquellos que contengan texto conocido o repetitivo, para que su hijo pueda completar las frases con las palabras que falten. Para mantener el interés de su pequeño, elija libros que contengan poco texto en cada página y sobre temas que sabe que le gustan a su hijo.
Para los niños más pequeños (de 12 a 24 meses):
- es mejor usar libros resistentes de cartón que contengan imágenes (especialmente fotos) de niños haciendo las cosas que ellos acostumbran a hacer cada día. Los libros sobre la hora de dormir, la hora del baño o la hora de comer son buenas opciones, así como los libros sobre decir hola o adiós. Mantenga ocupadas sus manos inquietas con páginas desplegables y texturas que su hijo pueda notar al tacto.
Los niños mayores (de 24 a 36 meses):
- los niños de estas edades empiezan a ser capaces de pasar las páginas de papel, por lo que es un buen momento para ir más allá de los libros de cartón. Escoja libros de textos repetitivos y fáciles de memorizar, para que su hijo los pueda "leer" junto con usted.
Aproximadamente en esta etapa, usted empezará a descubrir los gustos e intereses de su hijo. Independientemente de que se trate de trenes, unicornios u osos de peluche, busque libros sobre cosas que le interesan a su hijo. A los niños de esta edad también les gustan los libros sobre niños, familias y animales.
A los niños de 1 a 3 años les encanta mirar libros hechos a mano, álbumes de recortes o de fotos de gente que conocen (intente añadir pies de fotos sencillos). Los poemas y los libros de canciones también son buenas opciones para esta edad. Tal vez descubra que la hora de lectura se acaba convirtiendo en la hora de canto.
Formas sencillas de tener libros al alcance de su hijo
A los niños de 1 a 3 años les encanta escoger y mirar libros por sí solos. Guarde los libros dentro de una cesta dejada en el suelo o en una repisa baja que esté al alcance de su hijo para que los pueda ver y abrir por sí solo. Guarde varios libros en el coche y lleve siempre un par de libros en su bolso para las esperas cuando vayan al médico o hagan cola en los supermercados.
Visiten la biblioteca o la librería y deje que su hijo elija libros para leer en casa. Muchas bibliotecas y librerías disponen de horas de lectura para niños de esta edad. Y deje que su hijo lo vea leyendo para disfrutar. Esta es una forma estupenda de ser un buen modelo de lectura para su hijo.