Qué hacer ante una congelación
La exposición a temperaturas bajo cero puede provocar congelaciones, algo muy poco frecuente pero grave que requiere atención médica de emergencia. Las congelaciones pueden afectar cualquier zona de la piel y, en temperaturas extremadamente frías, pueden aparecer en cuestión de minutos.
¿Cuáles son los signos y los síntomas de las congelaciones?
- dolor o adormecimiento, con más frecuencia en las manos, los pies, la cara y las orejas
- piel que se nota endurecida y cerosa, con un color blanco o amarillo grisáceo
¿Cómo tratar las congelaciones?
Si cree que su hijo tiene una congelación, llévelo a un interior de inmediato y llame al médico. Luego:
- No intente descongelar la zona a menos que se encuentre en un lugar cálido (si la piel congelada se calienta y después se vuelve a exponer a temperaturas de congelación, puede sufrir daños permanentes).
- Quítele la ropa húmeda a su hijo.
- Quítele también los anillos, porque los dedos se le podría hinchar al calentárselos.
- Su hijo debería evitar caminar con los dedos de los pies congelados.
- No le frote las zonas congeladas; trátelas con mucha suavidad.
- Caliente las zonas congeladas en agua tibia (en vez de caliente) durante aproximadamente 30 minutos. Para las congelaciones en la cara, utilice paños húmedos y calientes.
- Si no disponen de agua caliente, use el calor corporal, como el de una axila, para calentarle los dedos.
- No use calor seco, como el de una chimenea, un horno o una esterilla eléctrica, para descongelar la zona congelada.
- No le explote ninguna ampolla.
- Coloque trozos de algodón limpios entre los dedos congelados una vez que se hayan entibiado.
- Envuelva holgadamente las zonas entibiadas con vendas limpias para impedir que se vuelvan a congelar.
- Dele a su hijo paracetamol o ibuprofeno para el dolor.
Obtenga atención médica de emergencia si su hijo tiene lo siguiente:
- una zona de la piel que se está poniendo blanca o dura
¿Cómo puedo ayudar a prevenir las congelaciones?
Esté atento al pronóstico del clima. Mantenga a su hijo bien abrigado y seco cuando haga frío. Lo más conveniente es ponerle prendas de abrigo holgadas y en capas. Procure que los niños usen botas que aíslen bien del frío, calcetines gruesos, gorros, bufandas y manoplas. Las botas, chaquetas y manoplas impermeables son buenas para jugar en la nieve. Mantenga a su hijo bien hidratado para evitar que se le congelen partes del cuerpo.
Las bolsas de hielo aplicadas directamente sobre la piel pueden provocar congelaciones. Cuando utilice bolsas de hielo para tratar hinchazones o lesiones, cúbralas siempre con un paño antes de aplicarlas sobre la piel.