Encopresis
¿Qué es la encopresis?
Si su hijo va de vientre en lugares que no son el baño, usted ya sabe lo frustrante que puede llegar a ser. Es posible que los padres den por sentado que los niños que manchan la ropa interior se están portando mal o son demasiado vagos para usar el baño cuando lo necesitan.
Pero hay muchos niños que superan la edad en que se aprende a usar el inodoro (generalmente, mayores de 4 años de edad) y que manchan la ropa interior por tener encopresis. Tienen un problema intestinal que atenúa la urgencia normal de ir al baño. Por lo tanto, no pueden controlar los accidentes que suelen tener con sus deposiciones.
La encopresis no es una enfermedad. Es un síntoma que puede tener muchas causas diferentes.
¿Cuál es la causa de la encopresis?
Muchos casos de encopresis se deben al estreñimiento. Las heces son duras, secas y difíciles de expulsar cuando una persona está estreñida. Muchos niños "retienen" las heces para evitar el dolor que sienten al ir de vientre, lo que prepara el terreno para tener accidentes relacionados con las heces.
Sobre el estreñimiento
Hay una gran variabilidad en lo que se refiere a defecar con "normalidad". Un niño puede ir una o dos veces al día de vientre, mientras que otro puede ir de vientre tres o cuatro veces a la semana.
Un niño que va de vientre solo una vez cada tres días sin problemas, no tiene estreñimiento si las heces son blandas y de tamaño medio. Pero un niño que va una vez de vientre cada día, pero sus heces son duras (independientemente de que haga poco o mucho de vientre) sí que tiene estreñimiento. También lo pueden tener los niños que van de vientre cada día, pero que solo hacen bolitas y siempre les quedan heces dentro del recto.
Entre las causas de tener heces duras, se pueden incluir:
- la dieta, como no ingerir suficiente cantidad de fibra o tomar demasiados lácteos
- una enfermedad
- no beber suficiente cantidad de líquido
- miedo al inodoro o al orinal mientras el niño está aprendiendo a usarlos
- acceso limitado al baño o usar un baño público (como en la escuela)
- el estrés, o un cambio en los horarios o las rutinas
- algunas afecciones médicas, como los problemas de la glándula tiroidea
¿Qué ocurre en la encopresis?
Cuando un niño retiene sus deposiciones, las heces se le empiezan a acumular dentro del recto y la retención puede llegar a ascender hasta el colon, y es así como se inicia un ciclo de frustración.
La función del colon consiste en extraer agua de las heces antes de evacuarlas. Cuanto más tiempo pasen las heces dentro del colon, más agua se extraerá de ellas, y más difícil resultará que se abran paso a lo largo del colon, al ser secas, duras y voluminosas. Las heces voluminosas también distienden el colon (hacen que este órgano dé de sí), debilitando sus músculos y afectando a los nervios que le indican al niño que ha llegado el momento de hacer de vientre.
Cuando el niño vaya de vientre, el colon no podrá expulsar con facilidad las heces duras y, además, le resultará doloroso expulsarlas. Por eso, el niño seguirá evitando defecar, a menudo moviéndose de aquí para allá, cruzando las piernas, poniendo expresiones raras o caminando de puntillas.
Con el tiempo, el recto y la parte inferior del colon se llenan tanto que el esfínter (la válvula muscular que controla la expulsión de las heces por el ano) no logra retener las heces. Por lo tanto, saldrá por el ano una defecación parcial, que hará que el niño manche la ropa interior. También se pueden colar heces más blandas entre la gran masa de heces duras y manchar la ropa interior del niño cuando se le relaje el esfínter.
Los niños no pueden evitar este tipo de accidentes y a veces ni siquiera se enteran de que los están teniendo, porque los nervios no les están enviando las señales que regulan la expulsión de las heces.
Los padres se pueden preocupar o se pueden alterar cuando sus hijos tienen este tipo de accidentes. Pero recuerde que los niños no los pueden evitar, y que se suelen avergonzar de tenerlos. Hay algunos que hasta tratan de ocultar su ropa interior manchada a sus padres. Apoyar a estos niños, así como buscar y tratar la causa de su encopresis, ayudará a que esta mejore.
¿Cómo se diagnostica la encopresis?
Llame al médico si su hijo presenta cualquier síntoma de encopresis:
- mancha la ropa interior con heces o heces líquidas sin estar enfermo
- hace heces duras o le duele al ir de vientre
- atasca el inodoro cuando va de vientre
- dolor abdominal
- pérdida del apetito
- sangre en el papel higiénico cuando se limpia después de ir de vientre o sangre en el inodoro
Manchar la ropa interior y el estreñimiento son los dos principales motivos de que los niños vayan a gastroenterólogos (médicos especializados en diagnosticar y tratar los trastornos que afectan al estómago y a los intestinos).
¿Cómo se trata la encopresis?
La encopresis no es un problema de comportamiento ni una simple falta de autocontrol. Castigar o humillar a un niño por tener encopresis solo conseguirá empeorar las cosas.
En lugar de eso, hable con el médico de su hijo para que los ayude a abordar este problema que, aunque plantea desafíos, se puede tratar. Es posible que el médico de su hijo les recomiende que visiten a un gastroenterólogo.
El tratamiento de la encopresis tiene tres fases:
- Vaciar el recto y el colon de heces duras. Dependiendo de la edad que tenga su hijo y de otras cosas, es posible que el médico les recomiende medicamentos, como ablandadores de heces, laxantes y/o enemas. Dé a su hijo laxantes y/o póngale enemas solo bajo la supervisión de un médico. No aplique nunca estos tratamientos sin consultar antes al médico de su hijo.
- Ayudar a su hijo a empezar a ir de vientre con regularidad. Esto se consigue con la ayuda de ablandadores de heces. Es importante seguir usando ablandadores de heces o laxantes para dar a los intestinos la oportunidad de encogerse hasta alcanzar su tamaño normal. Los músculos de los intestinos están distendidos, por lo que necesitarán tiempo para recuperarse.
A los padres también se les pedirá que su hijo dedique un tiempo para ir al baño después de las comidas (que es cuando los intestinos se estimulan de forma natural). El niño se sentará en el inodoro durante unos 5 a 10 minutos. Esto ayuda a los niños a prestar atención a la necesidad de ir de vientre. - Reducir el uso de medicamentos para ir de vientre. A medida que el niño vaya yendo de vientre con regularidad, su médico le reducirá el uso de ablandadores de heces y/o laxantes.
Tenga en cuenta que las recaídas son normales, o sea que no se desanime. Es posible que su hijo vuelva a ir estreñido otra vez y que vuelva a manchar la ropa interior durante el tratamiento, sobre todo cuando le reduzcan o le dejen de dar ablandadores de heces.
Una buena forma de hacer un seguimiento de los avances de su hijo consiste en llevar un registro diario de las veces que va de vientre. Asegúrese de registrar la frecuencia, la consistencia (heces duras, blandas, secas), y el tamaño (mucho o poco) de sus deposiciones.
La paciencia es clave para tratar la encopresis. Que un colon distendido recupere su tamaño normal y que sus nervios vuelvan a ser eficaces para trasmitir señales puede costar de varios meses a un año.
La importancia de la dieta y del ejercicio físico
La dieta y el ejercicio físico son muy importantes para mantener las heces blandas y los movimientos intestinales regulares. Asegúrese de que su hijo consuma abundante cantidad de alimentos ricos en fibra. Sírvale fruta fresca, fruta deshidratada, como ciruelas y uvas pasas, alubias, verdura y pan y cereales integrales y ricos en fibra.
Pruebe formas creativas de añadir esos alimentos a la dieta de su hijo:
- Cocine al horno galletas, pastas y panecillos usando harina integral en vez de harina refinada. Añada uvas pasas, manzana rallada o en compota o ciruelas a los platos de su hijo.
- Añada salvado a los alimentos que tenga que hornear, como las pastas, las galletas, los panecillos, los pasteles de carne, las hamburguesas o los cereales para el desayuno. (El truco está en no añadir una cantidad excesiva de salvado a la comida para que no sepa a serrín.)
- Sirva manzanas coronadas de mantequilla de cacahuete.
- Cree manjares deliciosos con mantequilla de cacahuete y galletas saladas (tipo cracker) de trigo integral.
- Corone los helados, el yogur helado o el yogur ordinario con cereales ricos en fibra para que crujan más.
- Sirva panqueques o waffles cubiertos de fruta.
- Haga panqueques con harina integral y cúbralos con fruta.
- Cubra de fruta los cereales ricos en fibra.
- Rellene los panqueques, hechos con harina de trigo integral, de pasas, calabacín o compota de ciruelas.
- Añada zanahorias ralladas o puré de calabacín a la salsa de los macarrones o de los espaguetis y sírvalos con queso gratinado.
- Añada lentejas a las sopas.
- Haga tortitas de harina integral rellenas de judías.
Haga que su hijo beba abundante cantidad de líquido cada día, sobre todo, agua. El jugo de fruta al 100% (como el de pera, melocotón o ciruela) es una buena opción si su hijo no está bebiendo suficiente cantidad de agua. Limite la comida rápida y la comida basura. También podría ayudar el hecho de limitar la ingesta de lácteos por parte de su hijo (leche, queso y yogur).
¿Qué más debería saber?
El éxito del tratamiento de la encopresis depende del apoyo que reciba un niño. Algunos padres constatan que el refuerzo positivo (recompensar al niño cuando vaya de vientre) ayuda a animarlo a largo de todo el tratamiento. Por ejemplo, dibuje una estrella o pegue un adhesivo en el calendario de ir de vientre (o de intentar ir de vientre), sentarse en el inodoro o tomarse un medicamento para ir de vientre.
No culpe, grite ni regañe a su hijo; solo conseguirá hacer que se sienta mal y no ayudará en nada a tratar este problema. Con mucho amor, apoyo y la seguridad de que no es la única persona del mundo que tiene este problema, su hijo puede superar la encopresis.