Hoja informativa sobre la disgrafía (para las escuelas)
Qué deben saber los educadores
A los niños con disgrafía les cuesta escribir bien y con claridad, tanto las letras como las palabras. Pueden tener otros problemas de aprendizaje (como la dislexia) que también les pueden dificultar la lectura.
Si entienden cuáles son sus dificultades y los apoyan en sus necesidades, los educadores pueden ayudar a sus alumnos con disgrafía a dar lo mejor de sí mismos en la escuela.
Retos para los alumnos con disgrafía
Los alumnos con disgrafía pueden presentar dificultades para:
- escribir con pulcritud
- sostener un lápiz u otro objeto pequeño
- la ortografía
- la lectura
- escribir sus ideas
Qué pueden hacer los educadores
Trabaje con la familia de su alumno con digrafía para entender sus necesidades y saber qué es lo que más le ayudará:
- Si su alumno tiene un IEP (plan de educación individualizada) o un plan 504, utilice todas las modificaciones y adaptaciones que contemple ese plan.
- De ser posible, haga que su alumno trabaje con un profesional que sea logopeda y terapeuta del lenguaje en la escuela.
- Si su alumno tiene otros problemas de aprendizaje (como la dislexia), ayúdelo también a resolverlos.
- Para ayudarlo a escribir letras y palabras, su alumno puede:
- Usar papel cuadriculado, papel rayado y con un espaciado amplio, o papel con las líneas muy marcadas.
- Elegir el elemento de escritura con el que se sienta más cómodo (por ejemplo, un lápiz más grueso).
- Elegir la forma en que quiere sujetar el elemento de escritura y cualquier tipo de agarre especial para sujetar el bolígrafo o el lápiz (como un agarre de silicona que le coloque los dedos de una forma determinada).
- Grabar las lecciones para que pueda volver a verlas y escucharlas y así contar con más tiempo para tomar apuntes. También puede utilizar programas informáticos para tomar apuntes o un guión elaborado por el maestro u otro alumno.
- Para los exámenes y las tareas, puede permitir que su alumno con disgrafía:
- Le diga las respuestas oralmente, en vez de por escrito.
- Le diga las respuestas a otra persona y esta se las escriba.
- Disponga de más tiempo.
- Escriba, mediante un teclado, las tareas y las respuestas a los exámenes.
- Utilice dispositivos de ayuda (por ejemplo, dispositivos de voz a texto).
- Haga los exámenes en un espacio separado.
- Utilice un organizador gráfico para ayudarlo a planificar sus trabajos.
- Ayude a su alumno a confiar en sí mismo reconociendo y valorando sus puntos fuertes: en matemáticas, el deporte, el teatro, el arte o cualquier otra disciplina que le guste.
- Apóyelo. Si cree que su alumno está ansioso o muy decaído, hable con él y con su familia sobre las opciones de orientación y asesoramiento en la escuela o en la comunidad. Algunos distritos escolares no requieren el permiso paterno para que un alumno vea a un orientador en su escuela, mientras que hay otros que sí. Consulte la normativa de su distrito escolar.