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Hoja informativa sobre el trastorno por atracón (para las escuelas)

Qué deben saber los maestros 

Casi todo el mundo come más de la cuenta a veces. Y es normal que los niños y los adolescentes tengan más apetito durante los estirones. De todos modos, el trastorno por atracón, es un trastorno de la conducta alimentaria en que la gente suele comer grandes cantidades de comida rápidamente y sentir que no puede parar de comer. 

Comer por atracón se puede desencadenar ante el estrés, el enfado, el aburrimiento, la tristeza o la ansiedad. A diferencia de lo que ocurre en la bulimia, otro trastorno de la conducta alimentaria, la mayoría de las personas que comen por atracón no se fuerzan a sí mismas a vomitar ni a hacer demasiado ejercicio físico (purgarse). Suelen tener sobrepeso cuando llevan varios meses comiendo en exceso. 

Entre los riesgos para la salud de ganar peso y ser obeso derivados del trastorno por atracón, se incluyen los siguientes:

  • la diabetes
  • la hipertensión arterial 
  • el colesterol alto
  • la enfermedad de hígado graso 
  • la apnea obstructiva del sueño

Se considera que una persona tiene un trastorno por atracón cuando: 

  • come más cantidad de alimento que lo que consume la mayoría de la gente en un período de tiempo corto 
  • siente que no controla lo que se come 
  • se angustia o se siente culpable por darse atracones 
  • los atracones ocurren, como promedio, por lo menos una vez a la semana durante 3 meses 

Los alumnos con trastorno por atracón pueden:

  • ganar peso deprisa
  • sentirse avergonzados por su peso y sus hábitos de alimentación 
  • comer a solas o en secreto porque les avergüenza 
  • hacer acopio de tentempiés y alimentos para picar, y ocultar sus envoltorios o recipientes 
  • faltar a la escuela o evitar actividades por miedo a que se metan con ellos y los acosen 
  • necesitar más tiempo para hacer los deberes y las tareas escolares debido a las terapias y a las visitas al médico y/o al nutricionista 

Qué pueden hacer los maestros 

Darse atracones suele ser una manera de afrontar las emociones difíciles. Muchas personas con trastorno por atracón reciben acoso escolar o se meten con ellas por su sobrepeso. Esto puede causar aún más angustia y llevarlas a comer todavía más. Debido a los sentimientos de culpa y de vergüenza, hay muchos niños y adolescentes con trastorno por atracón que no reciben ayuda.

La detección precoz es la mejor manera de tratar con éxito los trastornos de la conducta alimentaria, como el trastorno por atracón. Si sospecha o sabe que un alumno suyo tiene un trastorno por atracón, remítalo a un especialista para que lo traten. El orientador escolar o la enfermería del centro lo pueden ayudar.

En la clase, mantenga una atmósfera que promueva la salud y el bienestar sin focalizarse en el peso. Muestre una actitud sana hacia la comida, el ejercicio físico y la imagen corporal a fin de sentar un buen ejemplo para sus alumnos.

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