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Pasos a seguir con las necesidades especiales del autismo: adolescentes y adultos jóvenes

Cuando su hijo con trastorno del espectro autista llegue a la adolescencia, será el momento de comenzar a planificar el futuro después de la enseñanza superior: dónde vivirá su hijo y si irá a la universidad o a una escuela técnica, buscar un trabajo, ir a un programa de día o alguna otra opción. 

La planificación de una transición puede resultar útil. Con la orientación de los médicos y de la escuela de su hijo adolescente, así como con las agencias gubernamentales de su estado, puede lograr que el paso de la adolescencia a la vida adulta sea lo más sencillo posible.

He aquí 6 pasos a considerar.

Primer paso: Inicie el plan de transición  

Algunas escuelas empiezan a planificar el futuro de los adolescentes cuando estos tienen 13 o 14 años. Por la ley federal, se debe iniciar un programa educativo individualizado (IEP) de transición antes de que el niño tenga 16 años. Un IEP de transición aborda si un adolescente es capaz de hacer lo siguiente:

  • Permanecer en la escuela secundaria hasta el final del año en el que cumpla 21 años. Este tiempo adicional puede permitirles a los estudiantes completar los requisitos para graduarse o aprender habilidades para trabajar. Los estudiantes también se pueden centrar en desarrollar las habilidades necesarias para vivir de forma independiente, lo que engloba cómo moverse utilizando el transporte público y cómo administrar el dinero.
  • Completar los requisitos necesarios para obtener un diploma de la escuela secundaria. Si su hijo en edad adolescente no logra conseguir este diploma, ¿qué es necesario hacer para obtener el certificado de que ha completado estos cursos o un certificado de asistencia?
  • Ir a la universidad o a una escuela de artes y oficios y, en caso afirmativo, cómo inscribirse.

Si la educación superior no parece una buena idea, tal vez sea mejor que tenga un trabajo o participe de un programa diurno relacionado con las artes y otras actividades.

El equipo del IEP hablará con usted y con su hijo sobre sus metas para el futuro.

El IEP de transición también aborda dónde vivirá su hijo adolescente cuando sea adulto. Si puede vivir de manera independiente, con supervisión o en un hogar compartido, el IEP tal vez indique qué apoyo se necesita para que esto ocurra. 

Segundo paso: Registre a su hijo adolescente

La agencia de discapacidades del desarrollo de su estado tal vez lo pueda poner en contacto con servicios que pueden ser de ayuda para su hijo adolescente. Debe registrar a su hijo en la agencia. Las listas de espera para algunos programas, como los hogares compartidos, pueden llegar a los 10 años; por lo tanto, regístrelo en cuanto sea posible.

Para obtener más información sobre los beneficios para su hijo adolescente y cómo inscribirse, visite el Buscador de beneficios del gobierno de los EE. UU.

Tercer paso: Explore la educación después de la enseñanza secundaria

Si su hijo está interesado en continuar con la educación superior o capacitarse para trabajar, existen muchas opciones, entre las que se encuentran las siguientes:

  • Universidades tradicionales de 4 años de duración. Las instituciones deben tener una oficina de servicios para discapacitados que pueda ayudar a su hijo. Algunos centros universitarios ofrecen programas de apoyo, tutorías entre iguales y programas flexibles para adaptarse al ritmo de aprendizaje de su hijo. Los programas de licenciatura en línea pueden ser adecuados para aquellos estudiantes que aprendan mejor fuera del marco de la clase.
  • Centros universitarios de 2 años de duración. Algunas escuelas universitarias disponen de programas especiales para adultos con discapacidades evolutivas. Fíjese si existe alguna en su área.
  • Las escuelas de artes y oficios y los centros de formación profesional de tipo técnico ofrecen formación práctica en una variedad de ocupaciones.
  • La educación para adultos enseña habilidades necesarias para la vida diaria, como cocinar y limpiar, así como capacitación laboral. Si su hijo no recibió estas clases en la escuela secundaria, averigüe en las escuelas universitarias comunitarias.

Hable con su hijo sobre sus intereses y lo que puede hacer. Si necesita ayuda, reúnase con un tutor.

Los adolescentes crecen y aprenden todos los días. Cuando acabe la enseñanza secundaria, es posible que decida ir en una dirección diferente. Por lo tanto, sea flexible y mantenga abiertas las opciones.

Cuarto paso: Deje bien preparados los temas legales

Cuando los adolescentes cumplen 18 años, son adultos desde el punto de vista legal. Si su hijo no puede tomar decisiones sobre asuntos médicos o financieros, tal vez desee obtener un documento legal llamado "poder notarial". Esto le permitirá continuar tomando las decisiones médicas y financieras en su nombre.

Así mismo, analice su seguro de salud. Los adultos jóvenes pueden permanecer con la cobertura del seguro de salud privado de sus padres hasta los 26 años. Después, tal vez puedan obtener cobertura a través de Medicaid. Los adolescentes también pueden ser elegibles para recibir Ingresos de seguridad complementarios y beneficios de Seguridad social. Entérese de los beneficios a los que tiene derecho su hijo.

Este también es un buen momento para echar otro vistazo a su testamento. Tal vez tenga otros hijos que están llegando a la vida adulta. Considere hablar con ellos sobre el cuidado que su hijo adolescente necesitará en la vida adulta y si desean ayudar.

Quinto paso: Hable sobre la sexualidad

El cuerpo de los adolescentes madura. Esto significa que tal vez deseen tener relaciones sexuales. Si su hijo adolescente puede hacerlo, procure que hable con su médico sobre el control de la natalidad y las enfermedades de trasmisión sexual (ETS).

Lamentablemente, las personas con discapacidades tienen más probabilidades de ser víctimas de acoso sexual. Por lo tanto, es importante que hable con su hijo en edad adolescente sobre el contacto apropiado e inapropiado de las partes íntimas y sobre la conducta sexual adecuada. Hágale saber que debe recurrir a usted si alguien lo toca de manera inapropiada o le pide que haga algo que lo hace sentir incómodo.

Sexto paso: Busque nuevos médicos

La mayoría de los médicos que atienden a niños y adolescentes necesitan que sus pacientes pasen a recibir atención como adultos al llegar a los 21 años. Hable con los profesionales del cuidado de la salud actuales de su hijo para que le recomienden a otros profesionales que trabajen con adultos jóvenes. También puede preguntarles a sus amigos y a los grupos de apoyo de autismo, o buscar más información en línea en: