¿Pueden hacer deporte los niños y los adolescentes con asma?
¿Pueden hacer deporte los niños y los adolescentes con asma?
¡Por supuesto que sí! Los niños y los adolescentes con asma pueden hacer deporte siempre y cuando su asma esté bien tratada y bajo control.
Estar activo, hacer ejercicio físico y deporte pueden ayudar a los niños con asma a estar en forma y a mantener un peso saludable. Estas conductas también refuerzan los músculos que se utilizan para respirar, ayudando a los pulmones a funcionar mejor.
Muchos atletas con asma han comprobado que, con un buen entrenamiento y el uso de medicamentos para el asma a dosis adecuadas, pueden practicar cualquier deporte que quieran.
¿Cómo puedo mantener el asma de mi hijo bajo control?
Para mantener el asma bajo control, es importante que los niños tomen sus medicamentos siguiendo las indicaciones de sus médicos. Si el médico le ha recetado a su hijo un medicamento para que se lo tome cada día a fin de reducir la inflamación y prevenir los síntomas, su hijo debería seguir tomándoselo incluso aunque se encuentre bien. Saltarse el medicamento antiinflamatorio de uso diario (llamado medicamento de control a largo plazo, preventivo o de mantenimiento) puede empeorar los síntomas.
Algunos niños y algunos adolescentes con asma inducida por el ejercicio necesitan tomar el medicamento 15-30 minutos antes de hacer ejercicio físico o deporte para prevenir los síntomas asmáticos mientras estén activos. Si se olvidan de tomárselo, se arriesgan a tener una crisis asmática e, incluso, a tener que visitar un servicio de urgencias médicas.
Su hijo debe llevar siempre encima el medicamento que usa para aliviarse rápidamente los síntomas (llamado medicamento de alivio rápido, de efecto inmediato o de rescate), incluso durante los entrenamientos, por si tuviera una crisis.
También es una buena idea tener en cuenta los desencadenantes del asma y tratar de evitarlos. Dependiendo de cuáles sean los desencadenantes, los niños con asma pueden querer:
- Saltarse los entrenamientos al aire libre cuando los índices de polen o de moho sean altos.
- Llevar una bufanda o un pasamontañas cuando entrenen en exteriores y haga frío.
- Respirar por la nariz en vez de hacerlo por la boca mientras hagan ejercicio físico.
- Asegurarse siempre de disponer de tiempo para hacer unos buenos ejercicios de calentamiento y de enfriamiento.
Estas recomendaciones deberían incluirse en el plan de acción contra el asma que usted habrá elaborado junto con el médico de su hijo.
¿Qué más debería saber?
Informe al entrenador de su hijo sobre el asma de su hijo y sobre su plan de acción contra el asma. Si su hijo es pequeño, tal vez debería entregarle una copia del mismo a su entrenador. Los niños mayores deben llevar encima una copia de su plan, así como cualquier medicamento que puedan necesitar para tratar una posible crisis asmática.
Lo más importante es que tanto su hijo como su entrenador sepan cuándo es necesario que su hijo se tome un descanso durante los entrenamientos o los partidos, para poder gestionar y controlar sus crisis asmáticas antes de que se conviertan en emergencias médicas.