Antibióticos
¿Qué son los antibióticos?
Los antibióticos son unos medicamentos que tratan las infecciones causadas por bacterias, un tipo de germen. Algunas bacterias son buenas para nuestro organismo, pero hay otras que causan enfermedades. Las infecciones bacterianas ocurren cuando bacterias nocivas entran en el organismo y se multiplican.
¿Cómo funcionan los antibióticos?
Los antibióticos tratan las infecciones matando a las bacterias que las causan o impidiendo que estas crezcan y se multipliquen. Las bacterias son diferentes a otros tipos de gérmenes (como los virus y los hongos). Los antibióticos son eficaces solo contra las bacterias. Esto significa que no funcionan contra enfermedades como los resfriados o la gripe, que son causadas por virus.
¿Cuáles son los distintos tipos de antibióticos?
Los antibióticos vienen en diferentes formas. Los médicos los pueden recetar como:
- líquidos (gotas o jarabes) o pastillas que se tragan
- cremas de uso tópico (aplicadas sobre la piel). Muchos de ellos también se pueden adquirir sin receta en las farmacias y los grandes supermercados.
- inyecciones administradas directamente en el músculo
- una forma líquida especial administrada a través de una vía intravenosa (VI) (en una vena). Los antibióticos intravenosos se suelen administrar (o por lo menos empezarse a administrar) en un hospital. Los niños también pueden recibir tratamiento intravenoso en casa de una forma segura.
¿Qué problemas permiten tratar los antibióticos?
Muchas infecciones y otros problemas causados por bacterias se pueden tratar con antibióticos, entre ellos:
- infecciones cutáneas como el impétigo y los abscesos
- el acné grave
- la enfermedad de Lyme
- la pulmonía o la neumonía bacteriana
- la faringitis estreptocócica
- la sinusitis (infecciones de los senos nasales causadas por bacterias)
- las infecciones de las vías urinarias
- algunas infecciones de oído
- infecciones de transmisión sexual, como la clamidia, la sífilis y la gonorrea
¿Cómo debo darle antibióticos a mi hijo?
Si su hijo necesita tomar antibióticos:
Siga las indicaciones del médico de su hijo. Asegúrese de darle la cantidad correcta en los momentos correctos.
Sepa cómo le debe administrar el medicamento. Lea el prospecto si no está seguro. Algunos antibióticos disponen de unas instrucciones de uso especiales, como tomarlos con el estómago vacío, con comida o con mucha agua. Mientras se toman algunos tipos de antibióticos, los niños pueden tener que limitar su exposición al sol o dejar de tomar otros tipos de medicamentos.
Dele a su hijo todas las dosis. Su hijo debe tomar todas las dosis del medicamento siguiendo las indicaciones de su médico, incluso si se empezara a encontrar mejor. Esta es la mejor manera de matar a las bacterias nocivas. Si dejara de tomar antibióticos antes de tiempo, es posible que la infección no se tratara por completo, reapareciera y luego fuera más difícil de tratar.
Conserve el medicamento con cuidado. Algunos medicamentos tienen que guardarse en la nevera. Las altas temperaturas pueden afectar a los antibióticos, de modo que no los guarde en lugares calurosos, como un coche. Si tiene dudas sobre cómo conservar un medicamento, consulte la etiqueta, el envase o el prospecto del medicamento o hable con el farmacéutico. Guarde todos los medicamentos fuera del alcance de los niños pequeños.
Haga un seguimiento sobre cómo se encuentra su hijo cuando deje de tomar el medicamento. Es posible que el médico quiera ver a su hijo después de que haya terminado de tomar antibióticos para asegurarse de que la infección ha desaparecido.
¿Qué significan abusar de los antibióticos y la resistencia bacteriana?
Abusar de los antibióticos consiste en usar estos medicamentos cuando no es necesario. La prescripción excesiva de antibióticos ha provocado la aparición de bacterias resistentes. Estos gérmenes son más difíciles de tratar porque ya no responden tan bien al tratamiento antibiótico. Hay algunas bacterias que ahora son resistentes hasta a los antibióticos más potentes.
¿Qué puede ayudar a prevenir el abuso de los antibióticos y la resistencia bacteriana?
Los médicos recetan antibióticos solo para las infecciones que creen que ayudarán a tratar. Puede ser tentador pedirle antibióticos al médico cuando un niño está enfermo. Pero este tipo de medicamento no ayudará cuando sea probable que una enfermedad se deba a un virus. En su lugar, hable con el médico de su hijo sobre formas de tratar los síntomas que presenta para ayudarlo a encontrase mejor.
Si su médico receta antibióticos a su hijo:
- Dé a su hijo los antibióticos exactamente como se los hayan recetado. No debería dejar de tomarlos antes de tiempo, aunque se encontrara mejor.
- Dé a su hijo solo los antibióticos que le hayan recetado para esa infección.
- No dé a otra persona los antibióticos que le hayan recetado a su hijo.
- No guarde las dosis sobrantes para "la próxima vez". Los médicos eligen muy cuidadosamente los antibiótico para tratar cada infección bacteriana en particular. Por lo tanto, los antibióticos para una infección pueden no ser eficaces para tratar otra infección causada por bacterias diferentes. Tire los antibióticos sobrantes o deshágase de ellos a través de un programa de recogida de medicamentos de su comunidad. Hable con su farmacéutico si necesita ayuda.
¿Qué efectos secundarios pueden causar los antibióticos?
Los antibióticos pueden tener efectos secundarios, como diarrea, náuseas, mareos, erupciones cutáneas e infecciones por hongos. La mayoría de los efectos secundarios suelen ser leves y desaparecen cuando la persona deja de tomar el medicamento. De todo modos, consulte al médico de su hijo si este último desarrolla una erupción o una infección por hongos. Una erupción puede ser solo un efecto secundario que desaparecerá o puede ser un signo de la alergia. Una infección por hongos puede requerir tratamiento para mejorar.
Si su hijo tiene malestar estomacal o diarrea mientras toma antibióticos, pregunte a su médico si debería tomar probióticos. Los probióticos son bacterias que ayudan a mantener los intestinos sanos. Además, cuando los antibióticos matan a las bacterias "buenas" del intestino, una bacteria llamada Clostridioides difficile (abreviado le C difficile) puede crecer en exceso y causar una infección. Esto puede causar diarrea y otros problemas y necesita tratamiento para mejorar.
¿Cuándo debería llamar al médico?
Llame al médico si su hijo está tomando antibióticos y:
- no se empieza a encontrar mejor o sigue teniendo fiebre durante las 48 horas siguientes al inicio del tratamiento
- tiene dolor de estómago, náuseas, vómitos o diarrea
- tiene sangre en las heces (cacas)
- tiene problemas para tomar el antibiótico
- tiene un nuevo sarpullido
- parece estar empeorando
Diríjanse a urgencias si su hijo:
- tiene problemas para respirar
- tiene problemas para tragar
- tiene la garganta o la lengua hinchadas
En raras ocasiones, una infección puede empeorar mucho más y evolucionar a una urgencia médica llamada septicemia. Usted conoce a su hijo mejor que nadie. Llame al médico o pida ayuda médica de inmediato si su hijo está enfermo y no mejora, parece más enfermo de lo normal o tiene una infección que no mejora o que empeora.
¿Qué más debería saber?
Aparte de tratar las infecciones bacterianas, los antibióticos también se usan a veces para prevenirlas. Un niño que contrae muchas infecciones de las vías urinarias, por ejemplo, podría tener que tomar una dosis baja de antibióticos para que sea menos probable que las vuelvan a padecer.
Los médicos también pueden administrar antibióticos preventivos (o "profilácticos") a sus pacientes antes de que se sometan a una operación para ayudarlos a prevenir infecciones cutáneas alrededor de la zona operada.