Hablar con los hijos sobre la violencia relacionada con las armas
Cuando ocurre un hecho de violencia con armas de fuego en la comunidad, o en otro lugar del mundo, es normal que los niños se preocupen y piensen que eso podría pasarles a ellos o a alguien que ellos aman. Seguramente se pregunte cómo hablar con su hijo sobre este tema y qué es conveniente decir. A continuación, encontrará algunos consejos útiles.
¿Cuándo debo hablar con mis hijos sobre la violencia con las armas de fuego?
Cuando ocurre un hecho de violencia con armas de fuego, tal vez los niños necesiten algo de tiempo para poder hablar del tema. Algunos niños quizás quieran hablar pero no sepan cómo iniciar una conversación. Si se quedan cerca, por ejemplo mientras usted hace las tareas del hogar, tal vez sea una señal de que quieren conversar. Otros niños tal vez no se sientan tan cómodos hablando y se expresen a través de la escritura, la música o el arte.
Pero si su hijo no parece estar interesado o no desea hablar de inmediato, no lo presione. Si cree que su hijo siente curiosidad, puede preguntarle si le gustaría hablar de algo.
¿Qué debería decir sobre la violencia con armas de fuego?
Déjese guiar por las preguntas de su hijo para saber cuánta información conviene compartir. Debe tener otras cosas en cuenta:
Sea franco y sincero. Diga la verdad de lo que ocurrió y no le dé más detalles de los que su hijo quiere conocer. Concéntrese en los hechos básicos y diga algo como "hubo un tiroteo y algunas personas resultaron heridas, pero ya pasó todo”. Su objetivo es aquietar todo temor y ayudar a sus hijos a sentirse seguros.
Contenga las emociones de su hijo. No le reste importancia a los sentimientos de su hijo. Si le dice que está asustado o angustiado, evite responderle: “No te preocupes. Todo estará bien". Por el contrario, repita sus palabras: "Sí, sé que esto te asusta mucho". De esta forma, sus hijos sabrán que los está escuchando y los comprende.
Adapte sus explicaciones a la edad y la madurez de sus hijos. Tenga en cuenta cuánta información pueden recibir y manejar sus hijos. Si cree que su hijo quiere hablar, comience diciendo algo como: “¿Qué escuchaste sobre lo que ocurrió?” o “¿Qué dicen tus amigos?”.
A continuación, encontrará consejos para cada edad:
- Primeros años de la escuela: la información que le dé debe ser breve y sencilla. Recuérdeles a sus hijos que cuentan con adultos que los protegen. Si el hecho de violencia con armas ocurrió en la escuela, explíqueles cuáles son las cosas que los mantienen a salvo, como las cerraduras en las puertas y los simulacros de emergencias. Si tiene hijos muy pequeños, puede usar libros con imágenes o dibujos para ayudarlos a expresar lo que están sintiendo.
- Niños mayores: hable de forma más general. Pueden hablar sobre lo mal que está herir o matar a otra persona y sobre el uso inadecuado de las armas de fuego. Los niños de esta edad suelen hacer preguntas como las siguientes:“¿Estoy realmente seguro?” o “¿De qué manera estoy protegido?”. Explíquele lo que están haciendo la comunidad y la escuela.
- Adolescentes: tal vez los adolescentes tengan opiniones formadas sobre la violencia con armas de fuego. Por eso, podría preguntar algo como “¿Qué opinas de lo que ocurrió?”. También puede hablar sobre por qué las personas hieren a otros. Tal vez tengan una enfermedad mental o problemas para manejar el enojo, consuman drogas o beban alcohol. Hágale saber a su hijo adolescente que hay personas de la comunidad preparadas para ayudar en estos casos (médicos, profesores, policías, líderes religiosos, etc.). Recuérdeles que, si están enojados, deben recurrir a usted o a otro adulto en quien confíen. Esta es una buena oportunidad para mencionar los peligros de las drogas y el alcohol. También puede recomendarles a los adolescentes que lean este artículo.
Si su hijo hace una pregunta que lo deja perplejo, dígale que lo averiguará. O use sitios adecuados para la edad de su hijo para buscar juntos la respuesta.
Sin importar la edad de su hijo, escúchelo y sea paciente. Permítale hacer preguntas, hablar sobre sus miedos y decir lo que piensa. Si le permite expresar sus sentimientos, tanto su hijo como usted se sentirán mejor.
¿Qué más debería saber?
Esté atento a lo que miran sus hijos. Limite lo que sus hijos ven sobre la violencia con armas de fuego en la televisión, en línea o en las redes sociales. Los niños son curiosos, pero hay contenido que podría angustiarlos o causarles ansiedad. Preste atención a la frecuencia con que habla sobre las noticias delante de ellos. No deje el canal de noticias encendido todo el día.
Ayude a sus hijos a sentir que tienen el control. Después de un episodio de violencia con armas de fuego, buscar formas de ayudar tal vez les dé a sus hijos cierta sensación de control. Considere hacer donaciones, ofrecerse como voluntario o escribir cartas. Busque noticias que resalten lo que otras personas están haciendo.
Explíqueles a sus hijos que prestar atención puede ayudar a prevenir la violencia con armas de fuego. Si escuchan o leen que alguien está planeando herir a otra persona, deben contárselo inmediatamente a un adulto en quien confíen. También deben decir si alguien parece estar enojado o deprimido.
También puede hablar con sus hijos sobre las armas de fuego y la seguridad.
Sigan una rutina. Esto puede ayudar a los niños a sentirse seguros. Asegúrese de que se mantengan físicamente activos, duerman lo suficiente y coman bien. Fíjese que hagan toda la tarea y que participen como siempre de las actividades deportivas y los clubes después de clase. Pero si parecen estar sobrepasados por la situación, no los presione.
Esté pendiente del estrés. Si su hijo muestra cambios en el comportamiento (como no dormir o comer, no querer estar cerca de personas o estar preocupado todo el tiempo), llame al médico de su hijo o a un profesional del cuidado de la salud mental y conductual. Ellos podrán ayudar a su hijo a manejar la ansiedad y afrontar la situación.
Con una buena comunicación, amor y contención, puede ayudar a sus hijos a sentirse más seguros.