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La recuperación después del parto

Tras la llegada de su bebé, usted percibirá en sí misma algunos cambios, tanto físicos como emocionales. 

Qué cambios puede esperar en su cuerpo

Desde el punto de vista físico, es posible que experimente:

  • Pechos sensibles y dolorosos al tacto. Cuando le suba la leche, es posible que tenga los pechos tan congestionados que le duelan durante varios días seguidos, y es posible que también le molesten o le duelan los pezones. 
  • Dolor en la zona perineal o vaginal. Si se le desgarró el perineo (el área de piel comprendida entre la vagina y el ano) o bien se lo cortó el médico durante el parto (episotomía), los puntos pueden hacer que le resulta doloroso caminar o sentarse hasta que cicatricen. Los puntos también le pueden doler al toser o estornudar durante el proceso de curación. La vagina también puede estar dolorida.
  • Estreñimiento. El primer movimiento intestinal (hacer caca) puede ocurrir unos días después del parto, y tanto las hemorroides (vasos sanguíneos hinchados en el recto o el ano), como la episiotomía, que estará en proceso de cicatrización, como sus músculos doloridos pueden hacer que le resulte doloroso. 
  • Sofocos y escalofríos. La adaptación de su cuerpo a los nuevos niveles hormonales y de flujo sanguíneo puede hacer que su termostato interno se descompense. 
  • Episiotomía. Si se le desgarró el perineo (el área de piel comprendida entre la vagina y el ano) o bien se lo cortó el médico durante el parto, los puntos pueden hacer que le resulta doloroso caminar o sentarse hasta que le cicatricen. Los puntos también le pueden doler al toser o estornudar durante el proceso de curación.  
  • Hemorroides. Aunque ocurran con frecuencia, las hemorroides (vasos sanguíneos hinchados en el recto o el ano) no se suelen esperar durante el posparto. 
  • Incontinencia urinaria y/o fecal. El estiramiento de los músculos durante el parto puede hacer que se le escape un poco de orina (o pis) al toser, reír o hacer esfuerzos, así como dificultar el control de los movimientos intestinales para expulsar las heces, sobre todo si su parto vaginal fue largo. 
  • Contracciones. Después de dar a luz, su útero se seguirá contrayendo durante unos pocos días.  Estas contracciones uterinas son parecidas a unos fuertes dolores menstruales. Notará más este tipo de contracciones mientras amamante al bebé o si toma medicamentos para reducir el sangrado vaginal.
  • Flujo vaginal (loquios). Un flujo vaginal sanguinolento, inicialmente más abundante que la menstruación y a menudo con presencia de coágulos de sangre, los loquios, se irá haciendo cada vez más blanco o amarillento hasta desaparecer por completo al cabo de varias semanas.
  • Leve pérdida de peso. Después de dar a luz, probablemente pesará unas 12 a 13 libras (entre 5 y 6 Kg) (el peso del bebé, la placenta y el líquido amniótico) menos de lo que pesaba al final del embarazo. Su peso adicional en agua irá descendiendo durante la primera semana a medida que su cuerpo vaya recuperando su equilibrio. De todos modos, puede tardar de meses a un año (o incluso más) en recuperar el peso que tenía antes de quedarse embarazada. 

Si le han practicado una cesárea, la recuperación será todavía más lenta, porque una operación abdominal requiere más tiempo de curación. El dolor alcanza su mayor intensidad durante los primeros días que siguen a la operación y debería ir disminuyendo con el tiempo. Su médico le aconsejará sobre las precauciones que debe tomar después de la operación (como evitar la actividad física, levantar objetos pesados y conducir durante un tiempo), y le dará instrucciones para bañarse y sobre cómo empezar a hacer ejercicios suaves a fin de acelerar la recuperación y evitar el estreñimiento. 

Qué puede esperar desde el punto de vista emocional

Desde el punto de vista emocional, es posible que experimente:

  • Tristeza posparto. Muchas madres experimentan irritabilidad, tristeza, llanto o ansiedad durante los primeros días que siguen al parto. La tristeza posparto es muy frecuente y puede estar relacionada tanto con los cambios corporales (incluyendo los cambios hormonales, el agotamiento y las experiencias inesperadas durante el parto) como con la transición emocional que acompaña al cambio al rol de madre y la necesidad de adaptarse a su bebé. La tristeza posparto suele desaparecer en un plazo de 1 a 2 semanas. 
  • Depresión posparto. Más grave y duradera que la tristeza posparto, esta afección puede causar cambios en el estado de ánimo, ansiedad, culpabilidad y tristeza persistente. La depresión posparto se puede diagnosticar hasta un año después del nacimiento del bebé, y es más frecuente en las mujeres con antecedentes personales y/o familiares de depresión y/o que están expuestas a múltiples factores vitales estresantes. 

Además, en lo que se refiere a las relaciones íntimas, usted y su pareja se pueden encontrar en momentos completamente diferentes. Aunque es posible que su pareja se sienta preparada para reanudar su vida sexual, tal vez usted no se sienta preparada ni recuperada, física ni emocionalmente, para ello, y lo único que le apetezca hacer por la noche sea descansar. Los médicos suelen recomendar a las mujeres que han dado a luz que esperen varias semanas antes de mantener relaciones sexuales para recuperarse bien. 

El proceso de recuperación

A su cuerpo le costó varios meses prepararse para dar a luz, y también necesitará un tiempo para recuperarse. Si le han practicado una cesárea, la recuperación será todavía más lenta, porque una operación requiere más tiempo de curación. Si no lo tenía previsto, es posible que este cambio también le active cuestiones emocionales. 

En los partos por cesárea, el dolor es mayor durante los primeros días que siguen a la operación, pero luego debería ir disminuyendo de forma gradual. Su médico le indicará qué precauciones debe adoptar después de la operación y le dará instrucciones sobre cómo bañarse y cuándo podrá empezar a hacer ejercicios suaves a fin de acelerar el proceso de recuperación y evitar el estreñimiento.

Control de la natalidad

Usted se puede volver a quedar embarazada antes de tener su primer período menstrual después del parto. Aunque esto es menos probable si usted está alimentando a su bebé exclusivamente con leche materna, todavía no ha tenido el período después del parto, y su bebé es menor de 6 meses de edad, sigue siendo posible. 

Si quiere protegerse contra un posible embarazo, comente las distintas opciones con su médico. Estas incluyen los métodos anticonceptivos de barrera (condones o diafragmas), el DIU (dispositivo intrauterino), la píldora anticonceptiva, los parches, un dispositivo implantable o las inyecciones. 

Lactancia materna 

Usted necesita dormir mucho, beber abundantes líquidos y alimentarse bien, sobre todo si está amantando a su bebé. Una forma sencilla de asegurarse de que bebe lo suficiente consiste en tomarse un vaso de agua cada vez que amamante a su bebé. Por lo menos hasta que su producción de leche esté bien establecida, evite la cafeína, que causa pérdida de fluidos a través de la orina y a veces hace que los bebés estén inquietos y demasiado alertas. 

Si tiene algún problema relacionado con la lactancia materna, hable con su médico, comadrona o especialista en lactancia. El especialista en lactancia del hospital o de la clínica donde haya dado a luz le puede ayudar a resolver cualquier problema relacionado con la lactancia materna. Si se le congestionan los pechos debido a la obstrucción de los conductos mamarios, puede aliviarse el dolor haciéndose masajes en los pechos, amamantando a su bebé a menudo y después de darse una ducha caliente y aplicándose compresas húmedas y tibias varias veces al día. 

Si tiene fiebre o escalofríos y/o el pecho le duele y se le pone rojo, es posible que haya desarrollado una infección en las mamas (mastitis) y que necesite tomar antibióticos. Si este fuera el caso, debería llamar a su médico. De todos modos, siga amantando al bebé o vaciándose ambas mamas con una bomba de extracción de leche y beba abundante líquido. 

Congestión mamaria

Tener los pechos congestionados significa que sus mamas están muy llenas de leche. Esto hace que se noten llenos y duros. A veces esto resulta doloroso y puede dificultar el agarre al pecho del bebé. Mejorará una vez establezca un patrón regular de lactancia o, en el caso de que usted decida no dar el pecho a su bebé, cuando su cuerpo deje de fabricar leche, lo que suele ocurrir al cabo de pocos días. Mientras tanto, puede aplicarse compresas frías en los pechos y tomar medicamentos para el dolor (llamados analgésicos). 

Cuidado de la episiotomía

Siga haciendo baños de asiento (sentándose en la bañera de modo que el agua le cubra los glúteos hasta la cadera) utilizando agua fresca durante los primeros días y, a partir de entonces, agua tibia. Apriete las nalgas entre sí cuando se siente para que no le tiren los puntos de la herida. Sentarse sobre un cojín puede resultarle más cómodo que hacerlo sobre una superficie dura. 

Utilice una botellita pulverizadora llena de agua tibia para lavarse la zona genital cada vez que utilice el inodoro; y séquese el área con cuidado. Después de ir de vientre, límpiese siempre de delante hacia atrás para evitar las infecciones. Reduzca la hinchazón de la zona aplicándose bolsas de hielo o compresas frías mojadas en hamamelis. Aplicarse un espray anestésico local también le puede ayudar. 

Hable con su médico sobre la posibilidad de tomar algún medicamento antiinflamatorio, como el ibuprofeno, para aliviar el dolor y reducir la inflamación. 

Ejercicio físico

Vuelva a hacer ejercicio físico en cuanto reciba el visto bueno de su médico para recuperar la fuerza y la figura que tenía antes del embarazo, aumentar su nivel de energía y la sensación de bienestar, así como para reducir el estreñimiento. Empiece despacio y vaya aumentando la intensidad de forma gradual. Caminar y nadar son dos opciones excelentes. 

Hemorroides y estreñimiento

Alternar los baños de asiento tibios con compresas frías puede ayudar a mejorar las hemorroides. También puede ayudar el hecho de sentarse sobre un cojín inflable en forma de rosquilla.  

Pregunte a su médico sobre el uso de un ablandador de heces. No utilice laxantes, supositorios ni enemas sin el visto bueno de su médico. Beba más líquidos y coma más frutas y verduras ricas en fibra. Después de que su médico le dé el visto bueno, el ejercicio físico le puede ser de gran ayuda. 

Relaciones sexuales

Su cuerpo necesita tiempo para recuperarse. Los médicos suelen recomendar esperar de 4 a 6 semanas antes de reiniciar las relaciones sexuales a fin de reducir el riesgo de infección, el aumento del sangrado o la abertura de heridas que están en proceso de cicatrización. 

Empiecen despacio, con besos, abrazos, caricias y otras actividades íntimas. Lo más probable es que note una reducción de la lubricación vaginal (causada por los cambio hormonales y que suele ser temporal), en cuyo caso, podrá utilizar un lubricante elaborado a base de agua. Trate de buscar aquellas posturas que le resulten más cómodas y en las que se ejerza menos presión sobre las áreas doloridas. Hable con su pareja si experimenta dolor o si teme experimentarlo durante las relaciones sexuales; hablar sobre ello puede ayudarlos a ambos a estar menos tensos y a sentirse más seguros sobre la reanudación de la vida sexual. 

Incontinencia 

Los accidentes con el pis y/o la caca u otros problemas suelen ir remitiendo gradualmente a medida que el cuerpo vuelve a su estado normal de antes del embarazo. Usted puede contribuir a este proceso haciendo unos ejercicios que permiten fortalecer los músculos del suelo pélvico, conocidos como “ejercicios Kegel”. Para identificar esos músculos, simule que está intentando dejar de orinar. Mantenga esos músculos contraídos durante unos segundos y luego relájelos (su médico la puede supervisar para asegurarse de que hace correctamente estos ejercicios). 

Si sufre de incontinencia, lleve una compresa para protegerse de las pérdidas e informe a su médico. 

Déjese ayudar

Pida ayuda a su pareja, amigos y familia. Anote pequeñas cosas útiles que la gente pueda hacer por usted a medida que se le vayan ocurriendo.  Y, cuando alguien se ofrezca a ayudarla, revise su lista. Por ejemplo:

  • Pida a amigos o familiares que le compren en el supermercado lo que necesita, que pasen unos minutos por su casa y cuiden del bebé mientras usted se da un breve paseo o un baño, o que le echen una mano en las tareas domésticas. O pida a sus allegados que le lleven comida preparada a su domicilio. 
  • De ser posible, emplee a un adolescente del vecindario o a un servicio de limpieza para que le limpie la casa de vez en cuando. 

¿Cuándo debería llamar al médico?

Consulte a su médico sobre su salud después del parto si:

  • tiene fiebre igual o superior a 38°C (100,4°F)
  • mancha más de una compresa por hora, tiene coágulos grandes (de un tamaño superior a una moneda de 25 céntimos de dólar) o aumenta su sangrado vaginal
  • le han practicado una cesárea o una episiotomía y la herida se le pone roja, se le hincha o le supura pus
  • experimenta un dolor nuevo, hinchazón o molestias en las piernas
  • tiene las mamas calientes al tacto, enrojecidas o doloridas, o le salen grietas o le sangran los pezones o las areolas mamarias (las áreas de piel oscura que hay alrededor de los pezones)
  • el flujo vaginal le huele mal
  • nota dolor al orinar, tiene ganas repentinas de orinar o no puede controlar la micción
  • le aumenta el dolor en la zona vaginal
  • tiene un dolor de vientre nuevo o peor
  • desarrolla tos o dolor torácico, náuseas o vómitos
  • tiene fuertes dolores de cabeza o cambios en la vista
  • se siente deprimida o tiene alucinaciones, ideas suicidas y/o pensamientos sobre hacerle daño al bebé

Aunque recuperarse del parto puede significar tener que tocar muchas teclas, las cosas le resultarán más fáciles al cabo de un tiempo. Sin darse cuenta, será capaz de concentrarse plenamente en su bebé y en disfrutar de él.