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Hoja informativa sobre los ataques de pánico (para las escuelas)

Qué deben saber los maestros

Un ataque de pánico ocurre cuando una persona tiene una respuesta física intensa y repentina que va acompañada de una sensación de miedo paralizante.

Los ataques de pánico pueden ocurrir sin ningún motivo aparente y la persona puede tener síntomas repentinos e intensos que pueden durar de 10 a 20 minutos. Entre sus síntomas, se encuentran los siguientes:

  • que el corazón lata con fuerza o dolor de pecho (notar como si se estuviera teniendo un ataque de corazón)
  • falta de aliento
  • mareo, sofocos o escalofríos
  • náuseas
  • sudoración, temblores u hormigueo en dedos de manos o de pies
  • sentir como si se estuviera perdiendo el control, o tener miedo morir u otros pensamientos no realistas

Que un niño o un adolescente se preocupe levemente es normal. Pero los ataques de pánico pueden afectar considerablemente a la vida de un alumno e interferir en sus actividades cotidianas.

Muchos niños y adolescentes solo tienen un ataque de pánico en la vida; en estos casos, no es necesario intervenir porque es algo que no vuelve a ocurrir. Pero los alumnos que tienen ataques de pánico frecuentemente pueden:

  • tener dificultades para concentrarse en clase o para hacer las tareas escolares.
  • perder clases debido a sus problemas para afrontar la conducta de ir a la escuela o por necesitar hablar con un orientador escolar o terapeuta
  • tener que visitar la enfermería escolar para tomar medicamentos contra la ansiedad
  • sentirse aislados o acomplejados, y evitar situaciones y lugares que ellos creen que les pueden provocar ataques de pánico. 

Qué pueden hacer los maestros

Los alumnos que sufren de ansiedad pueden tener dificultades para completar las tareas escolares y los deberes, que les pueden causar ataques de pánico.

Los maestros pueden ayudar a reducir los niveles de ansiedad:

  • manteniendo abiertas las vías de comunicación con el alumno, sus padres o tutores y el psicólogo escolar, y tratando de identificar los desencadenantes de sus ataques de pánico
  • ofreciéndole un lugar seguro y un sistema de pistas donde el alumno pueda indicar al maestro que se puede estar avecinando un ataque de pánico y que necesita desconectar y tomarse un respiro.
  • adaptando al alumno la cantidad de tareas escolares y de deberes a hacer
  • animando a toda la clase a usar técnicas de relajación a lo largo del día
  • animando a los alumnos a hacer ejercicio físico con regularidad, lo que puede ayudar a reducir la ansiedad en los alumnos con ataques de pánico 

Los alumnos que tengan ataques de pánico necesitan que los apoyen y, a veces, solo que alguien los escuche. Ofrecer a estos alumnos un ambiente flexible y que les brinde apoyo ayudará a mejorar su participación en la clase y a desarrollar sus habilidades de afrontamiento.