Sonda nasogástrica
¿Qué es una sonda nasogástrica?
Una sonda nasogástrica es un tubo fino y blando que entra por la nariz y baja por la garganta hasta llegar al estómago. Las sondas nasogástricas se usan para administrar fórmula a un niño que no se puede alimentar por la boca. A veces, los niños pueden recibir medicamentos a través de este tipo de sondas.
Las sondas nasogástricas se usan durante breves períodos de tiempo, generalmente urante unas pocas semanas a meses.
¿Quién necesita llevar una sonda nasogástrica?
Los niños necesitan usar sondas nasogástricas cuando no pueden beber y comer lo suficiente como para mantenerse sanos. Esto puede ocurrir cuando:
- un bebé nace antes de tiempo (es prematuro)
- un niño tiene problemas para tragar
- un niño tiene problemas digestivos o el tubo digestivo inflamado.
- un niño necesita incorporar calorías adicionales
¿Qué ocurre durante la colocación de una sonda nasogástrica?
En un hospital, un profesional de la salud formado y preparado para colocar sondas nasogástricas introducirá la sonda por la nariz del niño mientras esté acostado en la cama. Cuando se lleva a cabo este breve procedimiento:
- Se mide la longitud del tubo en comparación con la estatura del niño para tener la seguridad de que es la adecuada.
- Se lubrica la sonda con agua o una gelatina especial
- Se introduce el tubo por una ventana u orificio nasal y se guía hacia el esófago hasta que llegue al estómago.
- Se comprueba que la sonda se ha colocado correctamente.
- Se pega la sonda a la mejilla del niño para que permanezca en su sitio.
¿La colocación de una sonda nasogástrica implica algún riesgo?
Introducir la sonda por un lugar inadecuado es un riesgo de la colocación de las sondas nasogástricas. Por eso, es muy importante estar seguro de que el extremo de la sonda acaba en el estómago.
¿Cómo debo mantener la sonda nasogástrica cuando estemos en casa?
Si su hijo lleva puesta una sonda nasogástrica, es normal estar un poco nervioso al principio. Pero, dentro de poco, se sentirá seguro al alimentarlo y al cambiarle la sonda.
Aquí tiene algunos consejos:
- Lávese siempre las manos a conciencia antes de manipular la sonda, alimentarlo o darle medicamentos a través de la sonda.
- Mantenga siempre los tubos del equipo de alimentación fuera del alcance de los bebés y los niños. Existe el riesgo de que el tubo se enrolle alrededor del cuello del niño. Esto puede conducir a la estrangulación o la muerte.
- Compruebe que el tubo llega al estómago y está funcionando bien antes de usarlo.
- Sepa qué ha de hacer si la sonda se obstruyera o se saliera de su sitio.
- Mantenga el área que rodea la nariz de su hijo bien limpia, usando gasas y agua tibia.
- Revise la piel que rodea la nariz de su hijo con regularidad en busca de signos de irritación o infección, como enrojecimiento, molestias, calor, hinchazón o supuración.
- Cambie de orificio nasal cada vez que le cambie la sonda nasogástrica.
¿Cuándo debería llamar al médico?
Llame al médico si su hijo presenta alguno de estos síntomas:
- náuseas
- diarrea
- abdomen hinchado o duro
- hemorragia nasal u oral (en la boca)
- vómitos
- dolor abdominal
- sangre en las heces (cacas)
- fiebre
- tos
- inquietud o irritabilidad
Si su hijo tiene problemas para respirar, se atraganta y parece estar asfixiándose:
- Deje de alimentarlo.
- Extráigale la sonda.
- Llame al equipo médico que lo atiende.
- Llame al 911 si prosiguieran los problemas.