Quiste fetal abdominal
¿Qué es un quiste fetal abdominal?
Un quiste fetal abdominal es una burbuja de líquido contenida en una especie de saco similar a un globo que se encuentra dentro del vientre de un feto (un bebé que todavía no ha nacido).
¿Qué ocurre con los quistes fetales abdominales?
Un feto puede tener uno o más quistes fetales abdominales.
En los fetos de sexo femenino, el tipo más frecuente de quiste fetal abdominal es el quiste ovárico.
Otros tipos de quistes incluyen los siguientes:
- quistes entéricos de duplicación: ocurren cuando el tubo digestivo se divide mientras se está formando
- quistes mesentéricos: se forman en el mesenterio. El mesenterio está unido a los intestinos y contiene los vasos sanguíneos que los irrigan.
- quistes genitourinarios: se forman sobre un riñón, un uréter (un tubo que transporta orina) o la vejiga.
- quistes de colédoco: se forman en las vías biliares o cerca del hígado
Un quiste puede causar problemas si:
- obstruye el tubo digestivo
- hace que un órgano se retuerza sobre sí mismo hasta el punto de que los vasos sanguíneos que lo irrigan se obstruyen por la presión ejercida sobre ellos. A esto se le llama torsión. Un órgano cuyos vasos sanguíneos están obstruidos no puede recibir el oxígeno que necesita, de modo que puede llegar a morir total o parcialmente. Los quistes de ovario son los que presentan un mayor riesgo de torsión. Los quistes entéricos de duplicación también pueden causar un retorcimiento del intestino (pero en este caso no se habla de "torsión" sino de "vólvulo").
Los quistes fetales abdominales no suelen causar problemas a menos que aumenten mucho de tamaño. Un quiste de gran tamaño puede ejercer presión sobre los pulmones y otros órganos del bebé que están en proceso de desarrollo. Esto puede causar problemas como los siguientes:
- un exceso de líquido en el vientre materno (útero)
- una acumulación de líquido en el abdomen del bebé
- una obstrucción intestinal
¿Cuáles son los signos y los síntomas de los quistes fetales abdominales?
Los quistes no suelen causar ningún síntoma durante el embarazo.
A veces los médicos pueden palpar el quiste en el vientre del bebé después de que nace. Otros síntomas de los quistes fetales abdominales son los siguientes:
- problemas para alimentarse
- llanto e inquietud en el bebé a causa del dolor
- piel y blanco de los ojos de color amarillento (ictericia)
- vómitos
- problemas para mover el vientre
- problemas para orinar
Los quistes que miden más de 2 pulgadas (5 cm) de ancho también pueden causar:
- un parto complicado debido al tamaño del quiste
- problemas para respirar si el quiste presiona el diafragma y no permite que los pulmones del bebé se expandan bien.
¿Cuáles son las causas de los quistes fetales abdominales?
La mayoría de los quistes fetales abdominales ocurren cuando un error accidental en el proceso de crecimiento normal crea una capa adicional o burbuja que se llena de líquido. Los médicos no saben por qué ocurre. No hay nada que puedan hacer los futuros padres para impedir que al bebé se le forme un quiste fetal abdominal.
Los quistes ováricos suelen ocurrir porque el feto está expuesto a las hormonas de su madre. No hay nada en absoluto que una mujer embarazada pueda hacer para impedir que se forme este tipo de quiste en el bebé.
Un quiste fetal abdominal no es un cáncer.
¿Cómo se diagnostican los quistes fetales abdominales?
Las ecografías prenatales de rutina suelen permitir detectar los quistes fetales abdominales. Un especialista en técnicas de diagnóstico por la imagen (o radiólogo) estudiará los siguientes aspectos del quiste:
- ubicación
- tamaño
- movimiento
- contenido
Por medio del estudio de las imágenes del quiste y cómo cambia ante una presión suave, el radiólogo puede llegar a saber de qué tipo de quiste se trata. Determinar el tipo de quiste ayuda a los médicos a saber qué tipo de cuidados especiales necesitará el bebé (si es que los necesita) al nacer y durante las primeras semanas de vida.
Si la ecografía prenatal no muestra qué tipo de quiste presenta el bebé, el radiólogo puede:
- hacer otra ecografía centrada en el quiste
- recomendar una resonancia magnética (RM)
¿Cómo se tratan los quistes fetales abdominales?
Los médicos pueden planificar el tratamiento de un quiste fetal abdominal basándose en lo siguiente:
- su tamaño
- el tipo de quiste
- cómo crece y cómo cambia el quiste a lo largo del embarazo
El obstetra (médico especializado en el embarazo) y el radiólogo irán revisando el estado del quiste mediante ecografías cada pocas semanas hasta el momento del nacimiento. Los médicos trabajan en equipo para decidir si conviene o no hacer un parto por cesárea. Pero la mayoría de los bebés con quistes fetales abdominales nacen por parto vaginal.
A veces es necesario operar para extraer el quiste (quistectomía) a fin de impedir que el quiste obstruya el tubo digestivo o que ocurra una torsión del quiste. Los cirujanos pediátricos suelen usar una cirugía mínimamente invasiva (laparoscopia) para extraer los quistes.
Quistes ováricos
Después de nacer, los bebés dejan de estar expuestos a las hormonas de sus madres. Por lo tanto, los quistes ováricos tienden a desaparecer por sí solos durante los primeros meses de vida. El médico del bebé irá revisando las ecografías del bebé con regularidad para asegurarse de que el quiste desaparezca.
Un quiste ovárico de gran tamaño, es decir, uno que mida más de dos pulgadas (5 cm) de ancho, puede retorcerse sobre sí mismo y obstruir, por compresión, los vasos sanguíneos que llegan y que salen del ovario. Para impedir que esto ocurra, los médicos suelen:
- hacerle una ecografía al bebé poco después de que nazca
- recomendar una operación para drenar o extirpar el quiste
En los quistes ováricos de menor tamaño, el médico del bebé pedirá que le hagan una ecografía durante las primeras semanas de vida para hacer lo siguiente:
- confirmar de qué tipo de quiste se trata
- guiar el tratamiento
Si el quiste no desaparece por sí solo, es posible que el médico recomiende una quistectomía para extraerlo.
¿Qué más debería saber?
A veces, el tratamiento de un quiste ovárico requiere extraer el ovario. Pero el ovario del otro lado puede liberar suficientes hormonas y óvulos para el desarrollo sexual normal y para que la muchacha pueda quedar embarazada más adelante.