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Fiebre del dengue

¿Qué es la fiebre del dengue? 

La fiebre del dengue es una enfermedad causada por un virus que transmiten los mosquitos. Una persona puede contraer la fiebre del dengue a través de la picadura de un mosquito, pero esta enfermedad no se transmite entre las personas. 

La fiebre del dengue puede causar fiebre, dolores de cabeza, sarpullidos y dolores por todo el cuerpo. Aunque puede ser muy dolorosa, no suele ser mortal. La mayoría de la gente que la contrae se empieza a encontrar mejor al cabo de varios días y se recupera por completo en un par de semanas. 

Ponerse repelentes de insectos, cubrir con redes mosquiteras las áreas donde se duerme y evitar estar al aire libre al atardecer y al amanecer (cuando los mosquitos están más activos) pueden ayudar a reducir las probabilidades de contraer esta infección.

¿Cuáles son los signos y los síntomas de la fiebre del dengue? 

La fiebre del dengue se solía llamar la «fiebre de los huesos rotos» por los fuertes dolores óseos y musculares que puede causar. Aunque la fiebre no rompa ningún hueso, a veces puede parecer que sí que lo hace. 

Una persona con la fiebre del dengue puede presentar los siguientes síntomas:

  • fiebre alta
  • dolor detrás de los ojos 
  • dolor en las articulaciones, los músculos y/o los huesos
  • fuerte dolor de cabeza
  • sarpullido en la mayor parte del cuerpo
  • gran facilidad para la formación de moretones

Algunas personas pueden desarrollar una forma más grave de esta infección, conocida como fiebre hemorrágica del dengue. Las personas afectadas por una fiebre hemorrágica del dengue presentan los síntomas propios de la fiebre del dengue durante unos pocos días. Después de que les baje la fiebre, también pueden tener estos problemas:

  • náuseas y vómitos
  • fuerte dolor de vientre
  • problemas para respirar
  • hemorragia nasal o en las encías
  • vómitos con sangre o sangre en las heces (caca)

Si la fiebre hemorrágica del dengue no se trata de forma inmediata, los afectados pueden tener hemorragias internas importantes y una gran bajada de la tensión arterial, pudiendo incluso llegar a morir. Las personas con fiebre hemorrágica del dengue necesitan atención médica inmediata.

¿Cuál es la causa de la fiebre del dengue? 

El dengue se transmite a través de las picaduras de mosquito. Cuando un mosquito pica a una persona con la fiebre del dengue, el mosquito se infecta con el virus del dengue. Y ese mosquito puede contagiar el dengue a otras personas picándolas.

La fiebre del dengue no es contagiosa entre los seres humanos, lo que significa que no se puede transmitir directamente de una persona a otra. 

¿Cuánto dura la fiebre del dengue? 

Los síntomas de la fiebre del dengue pueden aparecer hasta dos semanas después de que una persona se infecte con el virus del dengue. Algunas personas infectadas por el virus no presentarán ningún síntoma. Otras tendrán síntomas durante unos días o dos semanas antes de mejorar.

¿Cómo se diagnostica la fiebre del dengue? 

Si cree que alguien de su familia podría tener la fiebre del dengue, llame a su médico de inmediato. 

Para hacer un diagnóstico, el médico explorará al paciente, elaborará su historial médico y de viajes, le preguntará sobre sus síntomas y mandará una muestra de sangre su laboratorio para que la analicen. 

¿Cómo se trata la fiebre del dengue?

No existe un tratamiento específico para la fiebre del dengue. Los casos leves se pueden tratar bebiendo una gran cantidad de líquidos para prevenir la deshidratación y haciendo mucho reposo. Los medicamentos para el dolor (o analgésicos) que contengan paracetamol pueden ayudar con los dolores de cabeza y el dolor en general. Se deben evitar los analgésicos que contengan ácido acetilsalicílico (como la aspirina) o ibuprofeno, porque estas sustancias pueden favorecer las hemorragias. 

El dengue suele desaparecer sin causar problemas duraderos. Si una persona presenta síntomas graves o si sus síntomas empeoran el primer o el segundo día tras la desaparición de la fiebre, haga que reciba atención médica de inmediato. Los síntomas graves se podrían deber a la fiebre hemorrágica del dengue, que es una urgencia médica.

Para tratar una fiebre del dengue grave en un hospital, los médicos administran líquidos y electrolitos (sales) por vía intravenosa (VI) para reponer los líquidos perdidos a través de los vómitos y la diarrea. Cuando este tipo de tratamiento se inicia en las etapas iniciales de la enfermedad, suele ser eficaz. De ser necesario, los médicos pueden hacer una transfusión de sangre

Se debe evitar que los mosquitos piquen a las personas infectadas por la fiebre del dengue. Esto ayuda a prevenir la propagación de la enfermedad a otras personas. 

¿Se puede prevenir la fiebre del dengue? 

Se recomienda poner la vacuna contra el dengue a los niños y adolescentes de 9 a 16 años que hayan tenido la fiebre del dengue antes y que vivan en zonas donde abunde esta enfermedad. Visite el sitio web de los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) para obtener más información.

Puesto que no todo el mundo es candidato a vacunarse, sigue siendo muy importante prevenir las picaduras de mosquito. Asegúrese de: 

  • Utilizar mosquiteras en puertas y ventanas, y reparar rápidamente las que se estropeen.  Mantener cerradas las puertas y las ventanas que no estén cubiertas por mosquiteras. 
  • Hacer que su hijo lleve camisas o camisetas de manga larga, pantalones largos, zapatos y calcetines cuando esté al aire libre, y que utilice una red mosquitera sobre la cama por la noche para impedir que le piquen los mosquitos.
  • Usar repelente de insectos siguiendo las indicaciones de aplicación del producto en los niños. Escoger uno que contenga DEET, picardina o aceite de eucalipto limón.
  • Limitar la cantidad de tiempo que su hijo pasa al aire libre durante el día en aquellas zonas donde haya registros de fiebre del dengue, sobre todo al amanecer y al atardecer, cuando los mosquitos están más activos.

No proporcionar a los mosquitos lugares donde se puedan reproducir. Los mosquitos ponen sus huevos en el agua; por lo tanto, deshágase del agua estancada en objetos como los recipientes y neumáticos viejos, y asegúrese de cambiar el agua de los floreros y de los bebederos de aves, perros u otros animales domésticos por lo menos una vez a la semana.