Deshidratación
¿Qué es la deshidratación?
La deshidratación ocurre cuando no hay suficiente agua en el cuerpo de una persona.
¿Cuáles son las causas de la deshidratación?
En los niños, la deshidratación suele estar causada por los vómitos, la diarrea o ambas cosas a la vez. También puede ocurrir cuando un niño no quiere beber líquido porque tiene llagas en la boca o porque le duele la garganta. Los niños también se pueden deshidratar cuando hace calor o cuando están muy activos.
¿Cuáles son los signos y los síntomas de la deshidratación?
Algunos de los síntomas de la deshidratación son los siguientes:
- boca seca o pegajosa
- ausencia o escasez de lágrimas al llorar
- ojos hundidos
- en los bebés, fontanela de la parte superior de la cabeza hundida
- orinar menos o mojar menos pañales que de costumbre
- mal humor o irritabilidad
- somnolencia o mareos
¿Cómo se trata la deshidratación?
El tratamiento de la deshidratación depende de lo grave que sea. Los niños con una deshidratación leve deben tomar más líquidos en casa. Los niños con una deshidratación más grave quizás deban recibir tratamiento en un servicio de urgencias médicas o un hospital.
La deshidratación leve se trata con rehidratación oral (por boca). Se suele hacer administrando una solución de rehidratación oral (como Pedialyte, Enfalyte o la marca genérica de una tienda). Estas soluciones contienen la cantidad adecuada de agua, azúcar y sal para ayudar a combatir la deshidratación. Puede comprar soluciones de rehidratación oral sin receta médica en farmacias o supermercados. Si no consigue una solución de rehidratación oral, hable con el médico de su hijo. Otros líquidos pueden ser útiles para combatir la deshidratación.
Si su hijo tiene una deshidratación leve y su médico le indica que empiece a rehidratarlo en casa:
- Dele a su hijo pequeños sorbos de solución de rehidratación oral con la mayor frecuencia posible. Si se trata de un bebé, dele entre 1 y 2 cucharaditas (5 a 10 mililitros) cada unos pocos minutos. A los niños mayores, deles entre 1 y 2 cucharadas (15 a 30 mililitros) cada unos pocos minutos.
- Los bebés se pueden seguir amamantando o alimentándose con leche de fórmula, siempre que no estén vomitando de forma reiterada.
- Los niños mayores también pueden tomar helados con electrolitos.
- Los niños pueden seguir llevando su dieta habitual a menos que su médico les recomiende hacer algún cambio. Es posible que, al principio, no quieran comer, pero siempre que sigan bebiendo, no pasa nada si no ingieren alimentos sólidos.
- Cuando su hijo se empiece a sentir mejor y tenga más apetito, podrá darle una menor cantidad de solución de rehidratación oral y una mayor cantidad de los alimentos y las bebidas habituales.
- No les dé agua corriente a los bebés en vez de la solución de rehidratación oral. El agua corriente no contiene los minerales adecuados para un bebé deshidratado.
- No le dé a su hijo bebidas deportivas, refrescos ni jugo puro (sin diluir). Estas bebidas contienen demasiado azúcar y pueden empeorar algunos de los síntomas.
- No le dé a su hijo medicamentos contra los vómitos o la diarrea, a menos que se lo recomiende su médico.
¿Cuándo debería llamar al médico?
Llame al médico si su hijo:
- no bebe ningún líquido durante más de unas pocas horas
- tiene menos de un año y solo se alimenta con solución de rehidratación oral (ni leche materna ni leche de fórmula) durante 24 horas
- vomita más que unas pocas veces en 24 horas
- tiene vómitos de color marrón, rojo o verde intenso
- lleva 3 o 4 días sin comer nada
- presenta signos de deshidratación, como boca seca, menos orina que de costumbre (menos pañales mojados en los bebés), menos lágrimas o fontanelas hundidas (en los bebés)
- esta inquieto, irritable o no está muy activo
- no parece estar mejorando
Diríjase a un servicio de urgencias médicas si su hijo está muy adormilado o no responde.
¿Cómo prevenir la deshidratación?
Cuando su hijo se enferme, dele más líquidos que de costumbre o solución de rehidratación oral. Dele pequeñas cantidades con frecuencia, sobre todo si está vomitando.
Los niños tienen que beber con frecuencia cuando hace calor. Aquellos niños que participen en deportes o actividades físicas intensas deben beber una cantidad de líquido adicional antes de iniciar la actividad y beber a intervalos regulares (aproximadamente cada 20 minutos) mientras lleven a cabo ese deporte o actividad física.