Herpes labial
También recibe el nombre de: ampollas febriles, calenturas
¿Qué es un herpes labial?
Los herpes labiales son pequeñas ampollas dolorosas que se pueden formar en los labios, la nariz o cerca de estas partes del cuerpo. Son frecuentes y tienden a desaparecer por sí solos en una o dos semanas.
¿Cuáles son los signos y los síntomas del herpes labial?
Los niños pueden presentar hormigueo y entumecimiento alrededor de la zona antes de que se les formen unas ampollas llenas de líquido. Cuando las ampollas se abren, se convierten en úlceras, que hacen que comer resulte doloroso. Las úlceras se cubren de costras antes de desaparecer.
El herpes labial también puede causar enrojecimiento e inflamación de las encías, fiebre, dolores musculares, sensación de malestar general e inflamación de los ganglios del cuello.
¿Cuál es la causa del herpes labial?
El virus del Herpes simplex tipo 1 (VHS-1) es la causa de los herpes labiales. Es contagioso y se trasmite con facilidad de una persona a otra. No se trata del mismo virus que el VHS tipo 2 (VHS-2), que causa úlceras en la zona genital (herpes genital). Pero, aunque el VHS-1 suele causar ampollas alrededor de la boca y el VHS-2 causa la mayoría de las ampollas genitales, ambos virus pueden causar ampollas en cualquiera de estas partes del cuerpo.
Después de que un niño haya tenido un herpes labial, el virus puede permanecer tranquilamente en su cuerpo durante mucho tiempo sin causarle síntomas. Más adelante, los síntomas podrán volver a aparecer por cosas como:
- otras infecciones
- fiebre
- la luz solar
- el frío
- la menstruación (o la regla)
- el estrés, como antes de un examen importante en la escuela
¿Cómo desarrollan los niños los herpes labiales?
Los niños pueden contraer el VHS-1 al besar o tocar a alguien con herpes labial o al compartir utensilios para comer (como tenedores, cucharas o palillos), toallas u otros objetos con una persona que tenga el virus. Mucha gente se infecta con el VHS-1 en la etapa de preescolar (de 3 a 5 años).
¿Cómo se trata el herpes labial?
Los herpes labiales suelen remitir por sí solos en un plazo de una a dos semanas. No hay ningún medicamento que sirva para matar el virus. Pero hay algunos tratamientos que ayudan a que las úlceras duelan menos y no duren tanto.
Para aliviar el dolor, su hijo puede probar a ponerse una compresa fría (un paño limpio, frío y húmedo) en la boca. Para que las comidas le resulten más agradables, dígale que coma alimentos y bebidas fríos.
También le puede dar medicamentos como el paracetamol o el ibuprofeno. No dé aspirina a niños con herpes labial u otras infecciones virales, porque esto se ha relacionado con una enfermedad infrecuente pero grave llamada síndrome de Reye. El médico de su hijo le puede recomendar otros medicamentos para ayudar a que el herpes labial le duela menos y le remita antes.
Una persona con herpes labial debe evitar tocárselo y tener cuidado con no tocarse después los ojos. Si el VHS-1 le infectara los ojos, la persona podría contraer una infección muy grave.
¿Cuándo debería llamar al médico?
Llame al médico si su hijo:
- todavía no ha cumplido los 6 meses de edad y tiene un herpes labial
- tiene el sistema inmunitario débil, lo que podría permitir que la infección por el virus del herpes se extendiera a otras partes del cuerpo y les causara problemas
- tiene úlceras que no se le empiezan a curar al cabo de 7-10 días.
- tiene alguna úlcera cerca de los ojos, o presentas dolor o enrojecimiento ocular.
- desarrolla muchos herpes labiales
- presenta signos de infección bacteriana, como fiebre, pus o un enrojecimiento que se extiende
- tiene otros síntomas, como dolor de cabeza o confusión
¿Se puede prevenir el herpes labial?
El virus VHS-1 es muy contagioso. Para impedir contagiarlo a otras personas, cualquiera que tenga un herpes labial debe:
- Mantener sus vasos, cubiertos, servilletas y toallas lejos de los que utilizan otros miembros de su familia. Lavar bien estos artículos después de usarlos.
- No besar a los demás hasta que se le cure el herpes labial.
- Evitar tocarse el herpes labial.
- Lavarse las manos a fondo y con frecuencia.