Hoja informativa sobre el trastorno bipolar (para las escuelas)
Qué deben saber los educadores
El trastorno bipolar, también llamado depresión maníaca, trastorno maníaco-depresivo, enfermedad maníaco-depresiva y trastorno afectivo bipolar, afecta al funcionamiento cerebral, causando cambios en el estado de ánimo, los niveles de energía y el comportamiento de una persona. Las personas con este trastorno atraviesan episodios de depresión, con muy poca energía, y episodios de manía, con mucha energía.
Entendiendo cuáles son sus dificultades y apoyándolos en sus necesidades, los educadores pueden ayudar a sus alumnos con trastorno bipolar a dar lo mejor de sí mismos en la escuela.
Retos para los alumnos con trastorno bipolar
Los alumnos con trastorno bipolar pueden:
- presentar cambios de humor extremos, que van desde períodos de mucha energía a episodios de tristeza y fatiga (cansancio).
- comportarse de forma retraída, irritable, malhumorada, deprimida o ansiosa
- tener problemas para concentrarse en las tareas
- tener notas que suben o bajan dependiendo de si se sienten motivados o desmotivados en la escuela
- tener comportamientos impulsivos, como hablar fuera de turno o tomar decisiones repentinas e imprevistas
- tener dificultades para interactuar socialmente debido a sus cambios de humor o a sus problemas en las habilidades sociales
Qué pueden hacer los educadores
Hable con su alumno y sus padres sobre instrucciones especiales, como, por ejemplo, si el alumno:
- necesita sentarse delante en clase para poder prestar atención
- necesita tomar medicamentos durante el día
- tendrá que faltar a clase y llevar a cabo tareas escolares debido a sus visitas médicas
- necesita un programa de educación individualizada (IEP), un plan educativo 504 o un plan de intervención en su comportamiento
- necesita apoyo del orientador y/o de la enfermería escolar
También puede ayudar lo siguiente:
- Planifique y acuerde con su alumno un «lugar seguro» al que pueda acudir si se siente superado o si necesita relajarse. También pueden acordar con su alumno una "persona de seguridad" (como su orientador escolar) con quien hablar cuando lo necesite. Cuando su alumno necesite ir a su lugar seguro o hablar con la persona de seguridad, deje que se vaya sin llamarle la atención.
- Pregunte si el alumno necesita un plan para hacer frente a los efectos secundarios de la medicación, como la somnolencia, la sed, la necesidad de orinar con más frecuencia o el hambre.
- Sepa qué hacer si su alumno presentara signos de manía, como estar muy activo y no poder estarse quieto, hablar muy rápido o tomar decisiones impulsivas.
- Sepa qué hacer si su alumno presentara signos de depresión, como parecer estar muy triste, enfadado, preocupado o ansioso, o hablar sobre el suicidio.
Otros aspectos importantes:
- Los alumnos con trastorno bipolar rinden mejor en ambientes estructurados y con rutinas diarias consistentes. Haga todo lo posible por mantener un horario regular.
- Céntrese en los puntos fuertes de su alumno en la clase y elogie sus comportamientos positivos.
- Ayude a su alumno a confiar en sí mismo, reconociendo y valorando sus puntos fuertes: en matemáticas, el deporte, el teatro, el arte o cualquier otra disciplina que le guste.
- Apóyelo. Si cree que su alumno está preocupado, hable con él y con su familia sobre las opciones de orientación y asesoramiento en la escuela o en la comunidad. Algunos distritos escolares no requieren el permiso de los padres para que un alumno vea a un orientador en su escuela, mientras que hay otros que sí. Consulte la normativa de su distrito escolar.