A-Z: Problemas para alimentarse, bebé
También recibe el nombre de: problemas de alimentación de los lactantes
Los problemas de alimentación en los lactantes son afecciones o comportamientos relacionados con la alimentación que impiden que un bebé obtenga la nutrición que necesita su cuerpo en proceso de crecimiento.
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Los problemas de alimentación ocurren cuando los bebés rechazan la comida, comen pequeñas cantidades de comida, comen una variedad muy limitada de alimentos o tienen problemas para digerirlos. En el caso de los bebés que todavía se alimentan de leche materna o de fórmula, estos problemas pueden ser cosas como una succión ineficaz, regurgitar demasiado o rechazar el pezón o el biberón. Los problemas de alimentación son bastante frecuentes, y afectan a casi la mitad de los niños con un desarrollo normal y hasta al 80% de los niños con retrasos del desarrollo. La mayoría de estos problemas no son graves, sobre todo si al bebé le va bien en términos de crecimiento y desarrollo.
Los problemas de alimentación se pueden iniciar por una serie de motivos (en particular, por tener una enfermedad y vomitar durante los primeros meses de vida) y pueden causar mucho estrés y frustración a los padres. Esto suele conducir a una situación conocida como de "negatividad a la hora de comer". El bebé puede empezar a asociar sentimientos negativos a las horas de las comidas y a los alimentos, lo que puede empeorar los problemas de alimentación. Introducir un entorno de alimentación relajado, con comidas regulares, haciendo hincapié en la conversación, la exploración de los alimentos y las raciones pequeñas, puede contribuir en gran medida a mejorar los hábitos alimentarios de un bebé.
Los niños con problemas de alimentación graves y no tratados pueden tener graves problemas de crecimiento, de comportamiento y de desarrollo que pueden llegar a ser de riesgo vital. El tratamiento se centra en identificar el problema lo antes posible y tomar la medidas necesarias para corregirlo. Esto puede implicar trabajar con los padres para establecer unas mejores prácticas de alimentación, tratar cualquier enfermedad subyacente y, si lo recomienda el médico, darle al bebé suplementos nutricionales para favorecer su crecimiento.
Tenga en cuenta lo siguiente
Los problemas de alimentación son frecuentes en los niños y, por lo general, se pueden mejorar con cambios en los comportamientos del entorno doméstico. Puesto que los problemas de alimentación pueden llegar a ser peligrosos, los padres deben abordarlos lo antes posible después que se diagnostiquen. El tratamiento puede llevar algún tiempo e implicar a toda la familia, de modo que los padres deben ser pacientes y comprensivos para evitar que los problemas empeoren. Con un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado, muchos problemas de alimentación en los lactantes se pueden controlar antes de que deriven en problemas más graves.
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